"He propuesto varias veces que auditores de primer nivel nos auditen a los políticos y a las campañas políticas. Les sugiero a los que se llenan la boca de babas que no escupan al cielo. Más temprano que tarde les va a caer en la cara", dice el regidor Pablo Secada en su blog Chicago y Macondo.

Lobista. Esa es otra de las cosas que dicen de mí. Más allá que el concepto tiene connotación negativa en nuestro país, ésta es falsa.

El IPE promueve reformas de mercado y, por tanto, intereses difusos. No promueve intereses particulares. Varios asociados del IPE han renunciado porque les perturbó que los acusáramos de mercantilistas.

Hace meses en el Concejo de Lima expuse un conflicto de interés públicamente en la sesión de informes. Soy socio de Opportunity Investments (Oi), una empresa de asesoría financiera. Un cliente de Oi es proveedor de buses. Ya vendió 300 a eventuales postores de la reforma de los cinco corredores. Inversionistas a los que contactamos financiarán una cuarta parte de la operación. Si concretamos la transacción, cobraré alrededor de ocho meses del equivalente a la dieta del Concejo. Solo voy al Concejo así que no tengo información privilegiada sobre la reforma. Como le consta a un eventual postor en la reforma con el que me reuní en el Estudio Rubio, Normand y Leguía y a dos abogadas del mismo, promuevo la competencia en la reforma. También informé al Concejo y el público que sigue las sesiones de esta reunión.

Mañana viajo a Bogotá a reunirme con una empresa que quiere competir por el recaudo del sistema de transporte de Lima. El Concejo también está informado.

La próxima semana me reúno con dos empresas francesas, líderes globales, que quieren presentar iniciativas privadas a Lima. Informaré esto en el Concejo el viernes.

Ya cobro como regidor. No les cobraré S/.1 adicional. Ni se les ha ocurrido ofrecerme algo más.

Fui asesor económico del Grupo Parlamentario Unidad Nacional, Director Ejecutivo de Endeudamiento Público del Ministerio de Economía y Finanzas y asesor de dos Ministros de Economía y Finanzas. En las tres ocasiones -dos puestos fueron simultáneos- me ofrecieron coimas. En un caso US$ 1 millón para empezar a trabajar, digamos. No estaría escribiendo estas líneas si fuera inmoral.

Terminando mi maestría recibí una oferta de trabajo de la oficina de evaluación del BID. Había interés de tres fondos de inversión líderes, UBS, Goldman Sachs y Merril Lynch, por contratarme. Me ofrecieron un sueldo neto equivalente a tres o cuatro veces mis ingresos netos del 2012. Tampoco estaría escribiendo estas líneas si no tuviera voluntad de servicio público.

La línea que separa lo moralmente aceptable de lo que no lo es más delgada de lo usual si trabajas en políticas públicas y en finanzas. Lo entiendo perfectamente. Y actúo según lo que me enseñaron. Los que me conocen saben muy bien que es así. Seguiré exponiendo esta información. Los que no me conocen tienen todo el derecho de saber.

He propuesto varias veces que auditores de primer nivel nos auditen a los políticos y a las campañas políticas. Les sugiero a los que se llenan la boca de babas que no escupan al cielo. Más temprano que tarde les va a caer en la cara.