Hemos percibido a Marilyn Monroe como un ícono de la sensualidad femenina. Una manera de maquillarse peculiar, un vestido coqueto y muchísimas fotografías que demuestran su pronunciado sex appeal.

Casi una figura de mujer extraída del Simbolismo, como aquellas que te llevan a la perdición, dulcemente. Su imagen ha sido considerada frívola; una "bimbo" de los 50. Término que se utiliza en inglés para describir a una chica atractiva pero carente de inteligencia.

Sin embargo, su colección de más de 400 libros nos confirma lo contrario. Marilyn tenía un coeficiente intelectual por encima del promedio.

Cuando falleció, 1962, se encontaron miles de anotaciones al margen de los libros pertenecientes a su biblioteca personal. En su colección se encontraban obras de Dostoevsky, Chéjov, Freud, Proust, Pushkin, Flaubert, Khalil Gibran, etc.

No nos asombra saber que en su colección existían numerosos tomos característicos de una ama de casa: "La Alegría de cocinar", "Cómo cuidar bebés" y una que otra guía de arreglos florales.

Se realizó una subasta de sus libros por Christie's en Nueva York. También se realizan ventas por internet de 262 libros de su biblioteca.

Fuente: ABC.es