Sabiendo que iba a ser condenado a muerte, se suicidó el principal acusado de violación en grupo de Nueva Delhi, Ram Singh. Él fue quien tuvo la idea de robar un bus para secuestrar y violar a la chica universitaria que posteriormente falleció en un hospital de Singapur.

“Me parece injusto que se haya matado”, aseguró a Reuters el hermano de la joven tras saber la noticia. “Él sabía que iba a morir de todas formas porque había acusaciones muy fuertes en su contra. No estoy muy contento con saber que se ha matado porque quería que fuera colgado públicamente”

Después de la violación de la joven Amanat (uno de los nombres que los medios le han puesto a la víctima), una ola de protestas se iniciaron en toda la India, incluso hay un plantón permanente contra la violencia de género en Jantar Mantar, el lugar habitual de protestas de Nueva Delhi.

Lamentablemente este caso emblemático de violación no es aislado y, aunque cada vez más mujeres se atreven a denunciar violaciones, todavía hay muchas que no se atreven por el estigma social y porque en a mayoría de los casos se culpa  al víctima de haber provocado el ataque. Sólo el 26% de las denuncias de violación sexual son condenadas, según los registros de 2011 de la Agencia Nacional de Registro de Crímenes. Por otro lado, una comisión de expertos pidió que se reconozcan los casos de violación dentro de un matrimonio y a los perpetrados por los militares en las zonas de conflicto, pero estas recomendaciones han sido ignoradas.

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