Los ajustados resultados de las elecciones italianas han colocado  en un rol clave al Movimiento 5 Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo.

A pesar de que no cuenta con la mayoría en la Cámara de los Diputados y en el Senado tiene sólo 54 escaños, parece que el único camino posible para gobernar, tras la parálisis de los comicios, es que Pierluigi Bersani, de la centroizquiera, busque alianza con el cómico.

Los seguidores del Partido Democrático (PD), liderado por Bersani no aceptarían positivamente la formación de un Gobierno con Silvio Berlusconi, prefiriendo volver a votar para encontrar el modo de formar un Gobierno.

Sin embargo, el cómico anunció que "no votará a favor de la investidura ni del centroizquierda ni de ningún otro partido". Es más, en una entrada de su blog titulado 'Bersani, un muerto que habla', pide su dimisión recordando algunos ataques públicos que hizo al lider durante la campaña.

Algunos analistas como Luca Sofri, director del diario digital Il Post, sostienen que Grillo está utilizando una estrategia para que Bersani se alíe con el partido Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi, con el objetivo de que ambos pierdan el consenso y dar "el zarpazo final" en los próximos comicios.

Angela Mauro, del Huffington Post italiano, afirma que aún hay margen de negociaciones entre el PD y Grillo.  Sobre todo después de la protesta que los mismos electores del Movimiento 5 Estrellas comenzaron ayer a través de las redes sociales, tras la decisión de Grillo de cerrar las puertas al apoyo al centroizquierda.

Unos 50.000 electores del Movimiento 5 Estrellas firmaron un llamamiento para que Grillo reconsidere su posición.  "Los elegidos por el M5S tienen un ocasión histórica. Podemos acabar con el regreso de Berlusconi y obligar a Bersani a aceptar nuestros desafíos", afirman en su llamamiento.

Veremos qué ocurre, el cómico siempre ha sostenido que él no manda en el Movimiento y que todas las decisiones son consensuadas, por ello tendrá que escuchar a la base y tomar nota.

En la prensa italiana se apunta además a que, con la negativa de Grillo, se estaría metiendo presión al PD a la hora de afrontar las próximas negociaciones y conseguir así no sólo la promesa de aprobar las leyes por las que lucha el M5S sino también conseguir, por ejemplo, colocar a uno de los suyos como presidente de la Cámara de los Diputados o del Senado.

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