#ElPerúQueQueremos

Los diez mayores estafadores de la historia

Publicado: 2013-02-27

(Escena de la película Atrápame si puedes, basada en la vida de Frank Abagnale)

Desde obtener una maquina para hacer dinero, vender la chatarra de la Torre Eiffel o hacerse pasar por un militar de Prusia son algunos de los "caballos de Troya" más alucinantes que haya podido crear la mente humana para conseguir un determinado objetivo.

Suplantadores de identidad,, atletas tramposos, aquí te presentamos solo una pequeña lista de los más grandes estafadores de la historia.

Víctor Lustig

Dentro de la poca honestidad que implica una estafa, Lustig (1890-1947) fue el estafador más honesto al castigar a aquellos que –como él- quisieron lucrarse con procedimientos ilegales. Nacido en Hostinné, en el Impero Austrohúngaro -la actual República Checa-, hizo ver que tenía en su poder una máquina de impresión de billetes de cien dólares. Consiguió venderla por unos 30.000 dólares la unidad.

No obstante, su estafa más conocida fue la de la Torre Eiffel. Aprovechando que los medios de comunicación habían publicado los problemas de mantenimiento del monumento, Lustig se hizo pasar por un funcionario francés que tenía el encargo de vender la chatarra de la torre. Seleccionó a algunos aspirantes para vender el metal y recaudó dinero de adelantos y sobornos –muy habituales en la época-.

Frederick Lorz

Frederick Lorz fue un corredor estadounidense que participó en la maratón de los Juegos Olímpicos de 1904. El atleta fue el primero en cruzar la línea de meta –algo que sólo consiguieron 14 de los 32 participantes– pero su engaño no tardó en descubrirse. Tras correr durante 9 millas, se subió en el coche de su entrenador y once millas después, acabó la carrera a pie como un atleta más. Ese mismo día el estadounidense reconoció haber hecho trampas.

Un año después, se proclamó ganador de la maratón de Boston, -esta vez, sin trampas- con un tiempo de 2:35:25.

Wilhelm Voigt

En octubre de 1906, cuando tenía 56 años, este zapatero alemán se hizo pasar por un militar de Prusia. Tras comprar un viejo uniforme de capitán y reclutar a un pelotón en Köpenick, Voigt (1849-1922) se dirigió al ayuntamiento de Berlín y ordenó la detención del alcalde y del tesorero municipal. Fue condenado a cuatro años de prisión pero fue indultado, por lo que solo cumplió la mitad de la pena. En la actualidad se le conoce como "El Capitán Köpenick".

Frank Abagnale

Durante cinco años Abagnale (1948) suplantó su identidad hasta en ocho ocasiones y canjeó cheques falsos por un total de 2,5 millones de dólares. El caso de este estadounidense fue llevado al cine con la película Atrápame si puedes, dirigida por Steven Spielberg. Curiosamente, en la actualidad dirige una compañía financiera de consultas de fraudes.

Carlo Ponzi

Fue el creador de la estafa piramidal –o la estafa Ponzi-, un método en el que el timador busca a unos inversores que convencen a más inversores, y así sucesivamente. De esta manera, la inversión de estos últimos es, en realidad, el beneficio de los primeros.

Para llevar a cabo su estafa, Ponzi (1882-1949) creó la empresa Securities Exchange Company, con la que prometía unos intereses del 50% de la inversión en 90 días: una oferta a la que pequeños y grandes inversionistas sucumbieron en seguida.

El éxito del italiano hizo que las autoridades iniciaran una investigación con la que se descubrió que el número de inversores superó los 40.000 y llegó a recaudar unos 15 millones de dólares. Después de cumplir una condena de 4 años por malversación de fondos, fue imputado por nuevos cargos que lo llevaron a prisión nueve años más.

Ferdinand Demara

Nacido en Lawrence, Massachusetts, y conocido como "El gran impostor", a lo largo de su vida Demara (1921-1982) fingió su suicidio numerosas veces para suplantar la identidad de sus ex compañeros de la Armada de Estados Unidos. El engaño más conocido, y el más grave, fue hacerse pasar por un cirujano.

David Hampton

La famosa discoteca Studio 54 de Nueva York le negó la entrada por ser afroamericano y él decidió hacerse pasar por famoso. Hampton (1964-2003) se identificó como hijo del actor Sydney Poitier y así, además de entrar en el emblemático club, se introdujo en la élite de Hollywood.

Escudándose en su falsa identidad, Hampton pidió dinero prestado y convenció a gente para que le dejaran vivir en sus casas. Melanie Grifith, Calvin Klein y Gary Sinise fueron algunas de sus víctimas.

Bernard Madoff

Es uno de los más recientes. Madoff (Queens, Nueva York, 1938) fundó en la década de los 60 Bernard L. Madoff Investment Securities LLC, un fondo de cobertura –o fondo de inversión libre- que mantuvo durante 20 años y con el que, a través del método de la estafa piramidal, se embolsó de manera fraudulenta unos 50.000 millones de dólares.

Tiempo después de descubrirse la trama, su mujer afirmó que ambos se habían intentado suicidar al no poder sostener la situación. "Tuvimos llamadas telefónicas terribles, cartas llenas de odio, y pensé: ya no puedo seguir con esto", declaró en una entrevista a la cadena CBS.

Maddof fue condenado en 2009 a 150 años de prisión, pena que cumple en la actualidad.

Nick Leeson

Con tan sólo 27 años, en 1995 este operador de bolsa británico provocó la quiebra de la banca Barings, una de las instituciones financieras más prestigiosas de Reino Unido que tenía como clientes la reina de Inglaterra o Napoleón III.

Leeson contaba con la aprobación absoluta de la cúpula del banco porque, antes del incidente, había conseguido beneficios millonarios para la entidad. Hacía ver que invertía por otros cuando, en realidad, se trataba del dinero de la banca Barings.

Cuando los negocios empezaron a fallar, Nick abrió una cuenta secreta, la 88888, con la que pretendía recuperar el dinero perdido con nuevas operaciones, sin que nadie descubriera el riesgo de sus negocios.

Su plan se fue al traste cuando lo apostó todo en el mercado de futuros de Tokio y perdió, dejando en la banca un agujero irreparable de 1.400 millones de dólares.

Su historia fue llevada al cine con Rogue Trader, protagonizada por Ewan McGregor. En la actualidad, asegura seguir invirtiendo… pero con su dinero.

Milli Vanilli

Fabrice Morvan (1966, París) y Rob Pilatus (1965, Nueva York) formaron el grupo pop Milli Vanilli en Alemania en 1988. Después de lanzar su primer álbum ese mismo año, los temas de los cantantes –que en sus inicios artísticos eran bailarines de la cantante Sabrina Salermo- alcanzaron el primer puesto en los rankings de música pop estadounidense en varias ocasiones.

Hasta tal punto llegó el éxito del dúo musical que en 1990 recibieron el Premio Grammy al Artista Revelación del año. Los rumores de que las canciones de Milli Vanilli eran interpretadas por otros cantantes solistas, en vez de por Morvan y Pilatus, empezaron a colarse entre la industria musical. Pocos meses después, el productor del dúo, Frank Farian, admitía en una entrevista que Fab y Rob no cantaban los temas, sino que se limitaban a hacer playback y poner la imagen a las carátulas de sus álbumes. El Grammy se les fue retirado inmediatamente.

Con información de La Vanguardia


Escrito por

Ginno P. Melgar

Esperando un mundo regido por la igualdad con base en las diferencias. @ginnoceronte


Publicado en

Redacción mulera

Aquí se publican las noticias del equipo de redacción de @lamula, que también se encarga de difundir las mejores notas de la comunidad.