Se derrumba parte del techo del reactor nuclear dañado de Chernóbil
Una parte del tejado del sarcófago y una de las paredes que cubre el redactor N4 de la central nucelar de Chernóbil se han derrumbado, informa el canal Russia Today.
Autoridades ucranianas han explicado que el área destruida suma un total de unos 600 metros cuadrados, pero insisten que pertenecen a una sala no operativa que servía para el control del suministro de energía a los reactores. El derrumbe se sitúa a decenas de metros del sarcófago que protege el reactor dañado y no ha causado ni víctimas, ni cambios en los niveles de radiación y , por lo tanto, no se trata de una situación de emergencia.
Los encargados de limpieza de Chernóbil han precisado que el derrumbe se debió a la acumulación excesiva de nieve en el tejado de la sala.
A pesar del mensaje de calma de las autoridades que remarcan que el sarcófago ha protegido de la radiación por más de 25 años, los expertos insisten que su capacidad protectora no es eficaz. A finales de noviembre de 2012 se terminó la primera fase de construcción de una nueva cobertura para el reactor N4 y está previsto que el nuevo sarcófago esté completado en 2015.
Por su parte, diferentes asociaciones ecologistas como Greenpeace han expresado su preocupación por el suceso en el escenario que representa la mayor catástrofe en la historia del uso pacífico de la energía atómica: "Es una mala señal: si se cayeron unos paneles en la sala de máquinas, no hay ninguna garantía de que no pueda comenzar a derrumbarse el 'sarcófago' construido (sobre el reactor averiado) en 1986", dijo a la agencia Interfax Vladímir Chuprov, dirigente de Greenpeace-Rusia. "Incluso si no han aumentado los niveles de radiación es muy preocupante", añadió, además de advertir del peligro que representa el polvo radiactivo provocado por el derrumbe.
El accidente nuclear de Chernóbil ocurrió el sábado 26 de abril de 1986 y es considerado, junto con el Accidente nuclear de Fukushima en Japón en 2011, como el más grave en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares y uno de los mayores desastres medioambientales de la historia.
Después del accidente, que contaminó una extensión de 150.000 kilómetros cuadrados en Bielorrusia, Ucrania y Rusia, se tardó medio año en aislar el reactor con un recubrimiento de acero y hormigón. La población aledaña a la central fue evacuada y se declaró una zona de exclusión en un radio de 30 kilómetros a la redonda, que se ha visto repoblado en parte por algunos de sus antiguos habitantes.
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