A pocos días de la celebración del Foro Económico de Davos (Suiza), Oxfam publicó  un informe en el cuál reveló que los 240.000 millones de dólares que ingresaron durante el 2012 las cien personas más ricas del mundo equivalen a cuatro veces la cantidad necesaria para poner fin a la pobreza en el planeta.

Compartimos la introducción del informe titulado “El coste de la desigualdad: cómo la riqueza y los ingresos extremos nos dañan a todos”.

"Hoy en día es ampliamente aceptado que el rápido crecimiento de la riqueza y la desigualdad son perjudiciales para el progreso humano, y que algo hay que hacer. Ya este año, el informe del Foro Económico Mundial de Riesgo Global indica que la desigualdad es uno de los principales riesgos mundiales para el 2013. El FMI y The Economist están de acuerdo. En todo el mundo, las protestas de Ocuppy demostraron el creciente enojo público y la sensación de que la desigualdad ha ido demasiado lejos.

En la última década, la atención se ha centrado exclusivamente en la mitad de la ecuación: acabar con la pobreza extrema. La desigualdad y la extrema riqueza fueron vistas como como irrelevantes, o un requisito previo para que el crecimiento ayude también a los más pobres, ya que la riqueza creada beneficiaría a todos.

Es cierto que hubo un gran progreso en la lucha contra la pobreza extrema.

Cientos de millones de personas han visto una mejora dramática en sus vidas, un logro sin precedente histórico de que el mundo debería enorgullecer al mundo. Pero al mirar hacia la próxima década, y las nuevas metas de desarrollo que necesitamos para definir el progreso, debemos reconocer que es necesaria una lucha contra la desigualdad, y eso significa mirar no sólo a los más pobres, sino también a los más ricos. Oxfam cree que la reducción de la desigualdad es una parte clave de la lucha contra la pobreza y por un futuro sostenible para todos. En un mundo de recursos escasos, no podemos acabar con la pobreza si no reducimos la desigualdad rápidamente.

Es por eso que pedimos una nueva meta mundial para acabar con la riqueza extrema en 2025, y revertir el rápido aumento de la desigualdad se observa en la mayoría de los países en los últimos veinte años, tomando de nuevo los niveles de desigualdad de 1990."

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