El fotógrafo Akintunde Akinleye, de Reuters, obtuvo acceso a una refinería ilegal de petróleo cerca al río Nun, en Bayelsa, estado petrolero de Nigeria. Allí pudo documentar la secreta y peligrosa práctica del robo petrolero: los pobladores locales se escabullen en las tuberías, roban el petróleo crudo para refinarlo ellos mismos o venderlo. Por más de 50 años, el petróleo crudo y el gas natural han sido extraídos del Niger Delta por grandes corporaciones que han formado parte de los desastres ambientales. De hecho, el daño continuo de los tubos y estas refinerías improvisadas tienen un efecto terrible sobre el medio ambiente y la población local.

Con información de The Atlantic.