Ameerah al Taweel es princesa de Arabia Saudí. Es joven, tuitea, no usa velo y conduce en el único país en donde prohíben a las mujeres a hacerlo. Sin embargo, esta controvertida representante quiere convertirse en un modelo para  el mundo.

En la actualidad, es conocido el esfuerzo por el género femenino de ir a la universidad y luchar por sus derechos a pesar que la sociedad y leyes saudíes frenan sus deseos. Sin embargo, Ameerah es un caso especial.

Su esposo, el príncipe Alwaleed es sobrino del rey y uno de los hombres más ricos del mundo. "No he cambiado; en lo esencial, es los valores, soy la misma persona", reafirma en distintas ocasiones. En Twitter, a través de su cuenta @amirahaltaweel, se describe como alguien que "amará a aquellos que son ignorados por otros".

Sus repetidas apariciones incomodan a la realeza, quien en alguna ocasión ya han pedido a su esposo que ponga fin a sus declaraciones, como es el caso del primogénito del rey, el príncipe Khaled, quien dijo que "viola los valores de nuestra familia, religión y país"

La lucha de la princesa no es temerosa. En una entrevista a la reviste Bloomberg, indicó que el uso del velo debe ser electivo. "Hay que respetar a las mujeres con velo, por supuesto, pero las que no lo llevan no son menos musulmanas", apunta Ameerah, quién además finaliza asegurando que "sólo Dios puede juzgarnos".

En Arabia Saudí, conducir está prohibido para las mujeres, pero durante la entrevista, admitió haberlo hecho en el desierto cuando viaja fuera de su país. También consideró que aquella prohibición era un "tabú promovido por gente estrecha de miras".

A pesar de sus esfuerzos, la moderna representante aclara que cree en la evolución y no en la revolución. El apoyo de su esposo, quien es 28 años mayor, es calificado como un instrumento para proyectar una imagen más modera de su país.

Con información de El País.