Los herederos de los camaradas del ex líder de la China comunista Mao Tse-Tung representan hoy en día a la más opulenta clase capitalista del país.

Dos de los hijos de quien alguna vez fuera el general de Mao, Wang Zhen, ahora están planeando hacer de un valle en el noroeste de China donde su padre resguardó el ejército de Mao Zedong una atracción turística de 1,6 millones de personas al año.

Un hijo detrás del proyecto, Wang Jun, ayudó a construir dos de los imperios comerciales más  grandes del país: el 'Citic Group Corp' y el 'China Poly Group Corp', una vez un brazo de los militares, hoy en día que venden armas y extractoras de aceite en África.

A sus  71 años, es considerado al padrino de golf en China. También es presidente de una compañía de Hong Kong que controla conjuntamente un operador de la casa de empeño y de una empresa de prestación de servicios de tecnología de back-office a los bancos, aduanas y policía China.

La riqueza de la familia se remonta a una apuesta hecha por el General Wang y un grupo de revolucionarios curtido en la batalla, venerados en China como los "ocho inmortales".

Con el respaldo del político ex mano derecha de Mao, Deng Xiaoping, dos años después de la muerte del primero, Wang  apostó por abrir China al mundo exterior resultaría elevar el nivel de vida en todo el país, evitando la agitación social que amenazaba el control del Partido Comunista del poder.

Nueva clase

En tres décadas, sacaron a más de 600 millones de personas de la pobreza y crearon una clase media e hicieron de su país la segunda mayor economía mundial. Actualmente China es un país dependiente de la tecnología y el consumo a todos los niveles.

Los inmortales también desarrollaron un vínculo con los gobernantes y uns beneficios económicos con los que el resto del país no puede sino soñar. Fue el comienzo de una nueva clase de élite, ahora conocida como aquella de los príncipes.

Esto está alimentando la ira pública sobre la distribución desigual de riqueza, desleal acceso a las oportunidades y explotación de privilegios -todo en desacuerdo con los objetivos originales de la revolución comunista-.