Muchos movimientos de protestas nacieron entre 2010 y 2012 con características muy similares en distintos países del mundo, surgió la Primavera Árabe en Egipto, Túnez, Siria, Libia y Marruecos; en Grecia, España, y en Latinoamérica en México y Chile. Todos experimentaron la comunicación a través de Internet y las redes sociales ya que básicamente estaban, muchos hasta hoy, conformados por jóvenes estudiantes. Sus luchas, buena parte de ellas con formas de expresión no violentas, fueron contra los sistemas autoritarios, la exclusión social, entre otros puntos.

Miembros de los movimientos de Indignados alrededor del mundo se reunieron en el marco de la Cumbre de Indignados, disidentes e insurgentes, celebrada en la Ciudad de México, para compartir sus experiencias, objetivos y sobre todo explicar cada uno su batalla en contra del sistema.

Conozca qué los une a estos grupos de indignados.

15-M España

Bajo el lema: “Democracia real ya, no somos mercancías en manos de políticos y banqueros” nació el movimiento de indignados de España, más conocidos como 15-m tras convocarse el 15 de mayo de 2011 una gran manifestación en la que más de 68 ciudades y más de 130 mil participantes  hicieron frente a las acciones políticas, económicas y sociales con el espíritu de cambiar el modelo democrático y económico vigente en España.

“No vivíamos en el estado de bienestar que tanto nos aseguraban con la democracia, tratábamos de explicar a nuestros vecinos cuál era la realidad más allá de lo que nos contaba los medios, los políticos, y también informar de las elecciones que se iban a celebrar prontamente. Era un movimiento de performance que comenzó en las redes, colgando fotos en Facebook, con lo cual se divulgó muy rápidamente. Nacimos con la premisa apartidista, asindical y no violento, esto se conserva en todo el proceso. No creíamos en los partidos políticos. No creíamos en los sindicatos porque están subvencionados por el gobierno”, asegura Manuela Sánchez, miembro activo de Democracia Real Ya.

Indignados en Grecia

Los planes de austeridad emprendidos por el gobierno generaron diversas protestas en Grecia entre el 2010 -2012. El 5 de mayo de 2010, una serie de protestas en las principales ciudades fueron provocadas por los planes de recortar el gasto público, como los salarios, y aumentar los impuestos en respuesta al rescate de 110 millones de euros dado para resolver la crisis de la deuda griega.

Estas protestas eran realizadas mayoritariamente por un grupo de Indignados, inspirados en los indignados de España.

Los jóvenes griegos  empezaron a decir ‘no pago más’, provocando el movimiento, anterior al de indignados, “I won’t pay”. “Alguien dijo: no voy a pagar más, entonces fue y no pagó el peaje,  ahí las personas se dieron cuenta que no tenían que pagar, muchas otras personas hicieron lo mismo. Así, empezaron a no pagar otras cosas como los tickets del subterráneo”, indica Ellie Ismailidou, periodista griega.

Yo Soy 132 en México

Los jóvenes de Yo Soy 132 también levantaron su voz de lucha, quizás no nació dentro de la tendencia de Indignados mundiales, pero sí tienen una influencia como la organización, las formas de protestas no violentas, el uso de redes sociales como medio de difusión e información. Ellos tienen la convicción de democratizar a México “empoderando al ciudadano mediante la información”, brindándole las herramientas necesarias para desarrollar el sentido crítico de su pueblo.

Para los miembros del movimiento mexicano, el problema que se vive a nivel mundial va más allá de la democratización, o la crisis financiera de España o Grecia, o la crisis educativa de Chile o Francia. Estas movilizaciones reflejan el problema con el sistema, el Estado ha comenzado a tomar decisiones que no vincula a la sociedad. “En todas partes hay un factor común: si eres políticos, no se van a sentir los baches en tu camioneta 4x4. Al político ya se le olvidó que la calle está jodida”, sostiene Miguel Vélez, miembro activo de Yo Soy 132 – Puebla y estudiante de la Universidad Iberoamericana.

Cabe señalar, continúa Miguel, la tendencia de los indignados “nos retroalimenta entre movimientos, el acceso a la información permite darnos cuenta que estamos oprimidos y vamos desarrollando una capacidad de crítica mayor. Ya no queremos este sistema que nos dice qué pensar, qué comer, cómo respirar, queremos hacerlo libremente”.