El conflicto Gaza-Israel es parte de la larga disputa entre Israel y Palestina en la franja de Gaza. El pasado miércoles 14 de noviembre, Israel realizó uno de los más fuertes ataques en Gaza desde que fue invadida hace cuatro años, un bombardeo que acarreó fallecimientos y heridos.

En este ataque, Ahmed al-Jabari, uno de los principales comandantes de la organización palestina Hamás, fue asesinado. Los ataques continúan y hasta el momento hay más de diez víctimas mortales, más de 100 heridos e Israel amenaza con eliminar a otro líder de Hamás. Se trata claramente de un asesinato selectivo, que parte del objetivo de eliminar el liderazgo militar palestino.

Hamás ha controlado Gaza desde que Israel fue retirada. Sin embargo, recientemente, Hamás reconoció su participación en el lanzamiento de cohetes y por llenar el borde Israel -Gaza con explosivos mientras se sabía que los soldados israelíes estaban trabajando cerca.

La editorial del diario New York Times señala que Israel tiene derecho a defenderse, pero es difícil imaginar cómo es que esta operación podría o no resultar efectiva en intereses de largo plazo. Así, señala:

Queda claro que la acción ha provocado una nueva ola de condena contra Israel entre los países árabes, incluido Egipto, cuya cooperación es necesaria para la vigencia del tratado de paz de 1979 y apoyar su estabilidad en la península del Sinaí.

Emprender una guerra es bastante riesgoso.  Entre los años 2008 y 2009, la gran campaña militar israelí en Gaza mató a 1400 palestinos y fue ampliamente condenada por la opinión pública internacional.

La intervención no solucionó el problema, Hamás continúa en control en Gaza y ha logrado juntar aún más misiles. Hamás es un adversario peligroso y no aceptará el derecho de Israel a existir, pero sería más fácil ganar apoyo para tomar represalias si Israel estuviera involucrada con una negociación seria con el rival de Hamás, la autoridad palestina, y trabajara a favor de un acuerdo de paz duradero.

Fuente: New York Times, BBC