El crecimiento económico del país no ha implicado necesariamente avances en materia laboral. En el Perú, la tasa de desempleo es de 4%. Asimismo, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), de los 15,5 millones de peruanos que constituyen la PEA ocupada, el 60% trabaja informalmente.

Jorge Toyama, socio del estudio Miranda&Armando, señaló a la República que el Estado además no ha dado normas que generen que una empresa informal sea formal, o que un trabajador independiente se formalice. Ha pasado poco más de un año desde que el gobierno nacionalista asumió el poder, y se han visto más esfuerzos en detener la informalidad que en disminuirla. Para Toyama, el Estado ha avanzado más en fiscalización laboral que en incentivos para la mayor formalización.

Julio Gamero, ex viceministro de trabajo, apuntó que el primer gabinete tuvo mayor prioridad de implementar e iniciar el Plan Nacional de Trabajo Decente. Sin embargo, a la fecha éste sigue sin concretarse, generando un rezago en esta acción.

El Índice de Trabajo Decente (ITD) permite medir la evolución de la calidad del empleo en el país. Para ello usa 5 indicadores: contrato, salario mínimo, jornada laboral no mayor a 48 horas semanales, afiliación en algún seguro de salud y a un sistema de pensiones. En el 2011, en el nivel 1 del ITD (nivel de cumplimiento pleno de los 5 indicadores a la vez) se encontró al 10% de toda la PEA ocupada.

Según Pablo Checa, ex viceministro de Trabajo, combatir la informalidad laboral no es una tarea exclusiva del Ministerio de Trabajo, sino que pasa por una acción conjunta de distintos sectores, entre ellos el privado.

Fuente: La República