El fundador de WikiLeaks Julian Assange, permanece en la embajada de Ecuador en Londres desde el 19 de julio de este año. Durante más de dos meses ha convivido con funcionarios ecuatorianos, quienes lo califican como "frío, cuidadoso y discreto", según BBC Mundo.

Tras la llegada de Assange a la sede diplomática se tuvo que acondicionar uno de los despachos para transformarlo mitad en oficina, mitad en dormitorio.

Son ocho las personas que allí trabajan y que han debido acostumbrarse a llevar a cabo sus tareas bajo esta situación.

"La interacción es la necesaria. Nos reunimos hasta dos o tres veces al día. Tratamos de que él tenga su espacio. Suele salir (de su habitación) por las tardes", cuentan.

"Su estado de ánimo", dicen, ha permanecido sin cambios desde que llegó y los funcionarios que lo han tratado se han visto un poco "sorprendidos" por su forma de ser más bien "fría", distinta a la personalidad latina, explican en la embajada.

Por su seguridad y por la de quienes trabajan allí, en la embajada contrataron dos agentes de seguridad privados que hacen turnos para vigilar la entrada, que ya cuenta con media docena de policías que la custodian.

También por seguridad, le piden a Assange que notifique a la embajada quién lo va a visitar y explican que le pusieron un "cupo máximo de visitas", sin especificar cuántos pueden verlo cada día.

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