Los ataques contra la población civil en Siria continúan y empeoran. Según fuentes de EFE, al menos 25 personas fallecieron hoy en un ataque de las fuerzas del régimen sirio contra una panadería en el barrio de Qadi Askar, en la ciudad septentrional de Alepo.

Además, el jefe de la misión de observadores de la ONU en Siria, Babacar Gaye, denunció los ataques contra los corresponsales de los diferentes medios de comunicación y se sabe, a través de una organización de defensa de la prensa en Siria, que ya son 39 los periodistas y camarógrafos muertos desde el inicio de la guerra en marzo del 2011.

Para empeorar esta situación, no se podría enviar ayuda humanitaria a las zonas más afectadas en tanto no baje el nivel de violencia entre el régimen sirio y los rebeldes, aseguró Valerie Amos, la secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios.

"La violencia se ha intensificado y a menudo es indiscriminada. Todas las partes deben hacer más para proteger a los civiles. La situación humanitaria ha empeorado desde que estuve aquí en marzo", señaló Amos en una rueda de prensa en Damasco antes de partir a Beirut.

Según la representante de la ONU, si en marzo eran un millón las personas que necesitaban ayuda, ahora este número se ha duplicado.

A pesar del riesgo, la Media Luna Roja siria está repartiendo ayuda a miles de desplazados en la provincia de Alepo y sus zonas rurales, muchos de los cuales se han instalado en edificio públicos como escuelas.

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