En Irán, los responsables de un macro-fraude financiero recibieron condenas que van desde la pena de muerte y la cadena perpetua, hasta un mínimo de 25 años en prisión.

El escándalo involucró documentos falsificados presuntamente utilizados por una compañía de inversión para obtener préstamos por un valor de $2,600 millones de dólares.

Las identidades de los acusados ​​no se han hecho públicas, pero se sabe que cuatro de ellos fueron condenados a muerte , otros dos ​​recibieron sentencias de cadena perpetua, mientras que 33 más pasarán hasta 25 años de cárcel.

El caso

El caso estalló en septiembre de 2011, cuando una empresa de inversión fue acusada de falsificar documentos para obtener crédito de por lo menos siete bancos iraníes en un período de cuatro años.

Aparentemente el dinero fue utilizado para adquirir empresas ex-estatales que fueron puestas a la venta como parte de un programa de privatización establecido por el gobierno iraní.

(Con información de la BBC)