Tumultuoso. Así fue el ambiente que rodeó al nefasto 5 de julio de 1962. Los peritos irrumpieron en su casa y la hallaron boca abajo, como queriendo coger el teléfono. No tardaron en darse cuenta del macabro suceso: Marylin Monroe había muerto.

Su despampanante figura descansaba arropada entre sábanas. Era el fin de una época. El mundo lloraba su deceso y con ello, se empezaban a tejer hipótesis sobre lo que había ocurrido realmente.

A casi 50 años de su fallecimiento, la controversia sigue latente. Mientras algunos señalan que se habría suicidado víctima de una profunda depresión, otros atribuyen la causa a su relación con el entonces presidente, Jhon F. Kennedy.

El diario El País le ha dedicado un espacio.  En él, se conjugan diversos aspectos de su vida que vale la pena chequear. Sobre su muerte, uno de los artículos menciona:

"Era una suicida potencial, pero no una suicida en esos momentos. El de Marilyn sigue siendo un caso abierto."