A 84 años del nacimiento de Stanley Kubrick
Considerado como uno de los cineastas más influyentes del siglo XX, Stanley Kubrick, nació un día como hoy de 1928 en New York, Estados Unidos.
Kubrick destacó por una técnica precisa, por la gran estilización de sus cintas y su marcado simbolismo. Realizó trece películas, entre las cuales se encuentran varios clásicos del cine, como Lolita, Dr. Strangelove, 2001: Odisea del espacio, La naranja mecánica, El resplandor, La chaqueta metálica y Espartaco.
Desde muy joven mostró su pasión por la fotografía, que practicaba con una cámara réflex, así como interés en la música y el ajedrez.
Primeros trabajos
Su primer trabajo como director fue Day of the fight, documental de 13 minutos que grabó en 1951 y se basaba en su trabajo fotográfico realizado para la revista Look, sobre el boxeador Walter Cartier.
Este material fue comprado por RKO, dándole a Kubrick un pequeño beneficio económico. Esta misma empresa le adelantó dinero para el siguiente documental de 9 minutos llamado Flying Padre, que narraba la vida de un sacerdote que viaja en avioneta de pueblo en pueblo en el estado de Nuevo México.
Fear and Desire sería su primer largometraje, el que lanzó en 1953 gracias a préstamos familiares. La película trata de un pelotón de soldados que lucha en una tierra sin nombre. Poco antes Kubrick decidió dedicarse de lleno a la industria del cine.
Su segundo película, El beso del asesino, fue lanzada en 1955. El film contó con pocos medios, pero el trabajo de Kubrick con la fotografía en blanco y negro llamó la atención de James B. Harris, un productor de la NBC.
Consolidación
En 1960 Kubrick reemplazó en la dirección de Espartaco a Anthony Mann. La película ganó tres premios de la Academia y fue un éxito comercial. La carrera de Kubrick estaba definitivamente lanzada.
Su siguiente obra, sería Lolita (1962). La película estuvo envuelta en escándalo por adaptar una historia tan controvertida para los estándares de la época, ya que narra la historia de la seducción de una menor de edad por parte de un hombre maduro.
En 1968 Kubrick alcanzaría la cumbre de su carrera con 2001: Una odisea del espacio. Con esta cinta Stanley no solo buscó elevar el estatus de un género menor en aquel momento, la ciencia ficción, que se limitaba a alienígenas antropomórficos y platillos volantes, sino además narrar una audaz parábola sobre la evolución del hombre: Una elipse de 4 millones de años.
Con unos efectos especiales sin precedentes (diseñados por el mismo Kubrick y ejecutados y supervisados por Douglas Trumbull), y una confianza ciega en sí mismo, el estadounidense realizaría una de las películas más complejas, vanguardistas y arriesgadas de la historia del cine.
Gracias a un regalo que recibe: el libro La naranja mecánica. Kubrick decide hacer la película, que narra a modo de sátira las correrías de Alex, un joven violento cuyas distracciones son la violación, la ultraviolencia y Beethoven como rezaba la promoción de la película.
A partir de la novela The Shining del escritor estadounidense Stephen King, reescribió el guión junto a Diane Johnson, y el resultado fue El resplandor (1980).
El film protagonizado magistralmente por Jack Nicholson, cuenta la historia de un escritor que cuida el hotel durante los intermedios de temporada, presentándolo como un ser temperamental y con una progresiva perturbación que afecta finalmente la seguridad de su propia familia.
Su penúltima película fue La chaqueta metálica (1987), donde se vuelve a tocar el tema bélico, esta vez la Guerra de Vietnam. La cinta tiene dos partes claramente diferenciadas: la preparación de los soldados en la base de Marines de Parris Island en Carolina del Sur, Estados Unidos y la guerra en sí, ubicada en la ciudad vietnamita de Huế.
Su última película Ojos bien cerrados, narra la vida una pareja de neoyorquinos de clase alta que viven aparentemente una feliz vida en común, pero que los sueños y fantasías sexuales manifestados en un momento de intimidad empiezan a desestabilizar la relación.
Muerte y legado
Días más tarde de acabar de montar la película, a los 70 años, Stanley Kubrick murió en la cama de su residencia de Hertfordshire, al sureste de Inglaterra, de un ataque al corazón.
Kubrick luchó y logró el tan ansiado control total sobre sus películas, con el fin de que su visión fílmica no se viera afectada más que por lo que él entendía como coherencia artística. Sin estudios formales de cine, participó en cada etapa de la producción de una cinta, aprendiendo las técnicas y el oficio, llegando a aportar innovadores procedimientos técnicos (efectos especiales, sistema de filmación, nuevas cámaras, focos, luces y lentes) y narrativos que le permitieron a la industria en general avanzar varios años.
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