Sobre las causas de la extinción del Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (PRONAA), el Dr. Jorge Arrunátegui, economista y viceministro de Prestaciones Sociales del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), sostuvo que el programa se había ido “desnaturalizando”. El PRONAA, que hace poco cumplió veinte años, había sido creado con objetivos nutricionales, pero en el último tiempo adquirió nuevos objetivos que atendían otros intereses y a proveedores, más que a los propios usuarios.

El viceministro explicó que, en su origen, el programa se había basado en la capacidad de las organizaciones (mayoritariamente de mujeres) para brindar servicios de colaboración en condiciones muy difíciles. A pesar de que la situación era precaria muchas veces, el programa había subsistido y mejorado.

En este sentido, Arrunátegui aclaró que “el proceso que se está siguiendo, de liquidación del PRONAA, no afecta en absoluto al Programa Nacional de Comedores Populares”. Este programa inició su municipalización en el año 2004 y, actualmente, todas las municipalidades en provincia ya culminaron la transferencia correspondiente. Además, especificó que el presupuesto para el programa no forma parte del presupuesto del MIDIS. Dentro de Lima, sólo falta que 30 municipales distritales culminen la transferencia; ya son 14 las que vienen haciendo que el programa funcione.

“En esto, además, el rol que vienen cumpliendo las municipalidades es bastante interesante porque, en asociación con organizaciones sociales, han venido haciendo que este programa mejore; entonces ahí la creatividad y el rol que tienen los gobiernos locales, yo creo que hay que valorarlo. Hay que enfatizar que ese rol, articulado con la capacidad de las organizaciones sociales, ha hecho que el programa subsista y tenga cada vez mayor presencia”, señaló el viceministro.