Jorge Santistevan de Noriega no está más, pero ha dejado un inmenso legado en la defensa de los derechos de todos los ciudadanos y la consolidación de la democracia, tal como lo recuerda el actual Defensor del Pueblo, Eduardo Vega, en un comunicado remitido a los medios de comunnicación.

El doctor Santistevan nos deja una huella imborrable. Él sentó las bases de esta noble institución y la moldeó en sus características principales para un país tan complejo como el nuestro. La legitimidad, el prestigio y la confianza ciudadana con que cuenta la Defensoría del Pueblo hoy se ganaron a pulso durante su gestión y permanecen como los mejores impulsores del compromiso de todos los trabajadores.

Abogado y doctor en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Santistevan fue Defensor del Pueblo entre los años 1996 y 2000, años centrales de la lucha contra la dictadura de Alberto Fujimori y los derechos cuidadanos que transgredía en su intento de perpetrarse en el poder.

En el 2001, postuló a la presidencia por la alianza Somos Perú—Causa Democrática (su propio partido), pero se retiró a la mitad de la campaña, porque su "mensaje de oportunidades no llegó a la población".

Santistevan siempre supo que el ciudadano estaba por encima de la política. Ese ideal guió su vida política, y se manifestó poco tiempo después, ese mismo año, en una entrevista publicada en la revista Debate:

Los discursos de los candidatos están dirigidos a obtener votos, son discursos marketeros. Desgraciadamente, la institucionalidad no vende nada; ni siquiera la lucha contra la corrupción logra hacerlo. Lo único que determina que la gente vote o no es que el candidato explique cómo va a resolver los problemas cotidianos. Al votante, la institucionalidad no le toca de cerca porque lo que lo agobia es la pobreza, la falta de trabajo, la inseguridad, el costo de las medicinas, de los servicios. Si los candidatos quieren ganar votos, es en estas áreas en las que van a centrar sus ofrecimientos, no en el campo de la institucionalidad.

Su otra faceta

El primer Defensor del Pueblo no solo ha sido recordado por diversas personalidades políticas del país. Además de su defensa de la democracia en la arena política, Santistevan también supo expresarse sobre las tablas. El director del Teatro de la Universidad Católica del Perú (TUC), Jorge Guerra, recordó para PuntoEdu su faceta de actor:

Jorge fue miembro del TUC desde que ingresó a la Universidad y como tal ha sido actor y un asiduo miembro de la comunidad cultural del país. Hasta hace poco estuvo involucrado en proyectos teatrales. Inclusive, para el 50 aniversario del TUC [2011] hicimos una lectura interpretada de una obra en la que él hizo el papel principal.

La dramaturga de la PUCP, Celeste Viale, resaltó su trabajo por el Perú desde el derecho: “Lamentablemente no se dedicó al teatro a pesar de ser buen actor, participó en algunos montajes, pero su vida la hizo en la carrera del Derecho. Jorge ha sido no solamente un excelente profesional, sino una persona muy honesta, cariñosa y amable. Sencillo, de muchos amigos, de una solvencia profesional excelente y le dio al Perú mucho trabajo, esfuerzo y dedicación”.

Defensoría del Pueblo: Perfil de Jorge Santistevan de Noriega