Una investigación de 9 meses, realizada por el Consejo de Europa, supervisora del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, descubrió las debilidades humanas e institucionales de los buques de guerra y guardacostas europeos que condujeron a la muerte a decenas de inmigrantes al dejarlos intencionadamente a la deriva.

Los errores de los buques comerciales y militares, la ambigüedad en las llamadas de socorro y la confusión sobre qué autoridad era responsable del montaje de un rescate se vieron agravadas por la falta de planificación de parte de la ONU, la OTAN y los países europeos, sobre el inevitable aumento de refugiados que huyeron de África del Norte durante la intervención internacional en Libia.

El diario inglés 'The Guardian', en mayo del año pasado, publicó el informe 'Aircraft carrier left us to die, say migrants', en el que recogía testimonios de algunos de los sobrevivientes del viaje.  Después de haber zarpado de Trípoli, la embarcación – repleta con 72 inmigrantes africanos que intentaban llegar a Europa- se quedó flotando a la deriva en medio del océano durante dos semanas. Pese a las llamadas de emergencia que se hicieron y a que el barco estaba localizado e identificado por los guardacostas, nunca se intentó un rescate. Excepto nueve personas, todas las demás murieron de sed y hambre.

El autor del informe, Tineke Strick, describió la tragedia como “un día negro para Europa” y dijo a The Guardian que ese hecho expuso los dobles estándares de valoración de la vida humana del continente.

Este caso en particular se dio a conocer debido a los relatos de los supervivientes; sin embargo, el informe deja claro que varios de estos casos se han repetido en los últimos años. En 2011, el número de muertes de migrantes alcanzó los 1500.

Esto publicó el diario The Guardian:

El informe, que será presentado a la Asamblea Parlamentario del Consejo de Europa el jueves, y que ha sido vista de antemano por este diario, concluye que la muerte de 61 inmigrantes a bordo de la embarcación, además de dos más que murieron al llegar tierra, “podría haberse evitado”. Además, censura a la OTAN y a sus Estados miembros por no cooperar plenamente en la investigación.

“Muchas oportunidades para salvar las vidas de las personas a bordo se perdieron”, afirma antes de pasar a exigir una revisión de los procedimientos de búsqueda y rescate en el Mediterráneo. Los que murieron “podrían haber sido rescatados, si todos los involucrados hubieran cumplido sus obligaciones”, continúa el documento.

Abu Kebato, uno de los sobrevivientes, dijo que espera que el informe aumente la presión sobre la OTAN y la comunidad europea para desentrañar el por qué tantos de sus amigos murieron. “No puedo dormir, ni siquiera ahora”, dijo el etíope de 24 años de edad, quien está a la espera de una solicitud de asilo en los Países Bajos. “Todas las noches se puede ver que está pasando una vez más: el hambre, la sed, la muerte. Estos poderes, que sabían que necesitaban ayuda y no hicieron nada. Ellos deben responder antes la justicia”.