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Mitos y verdades sobre Vallejo, según Reynaldo Naranjo

Publicado: 2012-03-16

Reynaldo Naranjo es uno de los literatos que más tiempo de su vida académica ha dedicado a investigar y descubrir al 'verdadero Vallejo'.  Este escritor peruano, en su libro titulado "César Vallejo en el Siglo XXI", despoja los mitos más comunes del poeta y relata detalles muy poco conocidos de su vida en Lima, su desempeño como docente, la relación con Clemente Palma - quien supuestamente criticó su obra con suma frivolidad-,  su vida en Francia y sus relaciones con otros literatos de Europa.

Esta la nota publica en Diario 16:

CLEMENTE PALMA Y VALLEJO

Existe la errónea idea de victimizar a Vallejo, afirmando que su obra fue desvalorizada por la crítica limeña, siendo su principal detractor Clemente Palma. La verdadera historia es otra.

Eran los tiempos en que intelectuales trujillanos de clase media como César Vallejo, Antenor Orrego, Víctor Raúl Haya de la Torre, entre otros, se unieron al Grupo Norte.

Por aquellos años coexistía otro bando de intelectuales, conformado por jóvenes pertenecientes a la clase alta trujillana. Ellos despreciaban a los del Grupo Norte y hacían de todo para desmerecerlos.

Mientras tanto, en Lima varias firmas internacionales habían llegado y convocaban concursos de coplas para hacer sus publicidades. El problema surge cuando estas coplas empiezan a ser consideradas poesía.

Es por ello que Clemente Palma escribe una columna en cada edición de Variedades, la revista más importante de ese entonces, y se mofa de esta clase de “poesía”. Critica la frivolidad y la falta de talento de esta clase de escritores.

Resulta que muchos piensan que Vallejo mandó un poema y Palma lo rechazó y humilló públicamente. No obstante, lo que pocos saben es que en realidad Vallejo jamás mandó un poema para que se lo publicaran en Variedades. Él no hacía esas cosas.

Los que enviaron el poema de Vallejo a la revista fueron sus enemigos trujillanos, los intelectuales de clase alta. Palma desconocía la obra del que más adelante calificaría como “un hombre joven, dotado de un gran cerebro y llevado por hermosos ideales”. A su llegada a Lima, César Vallejo visitó a Clemente Palma, quien al conocer la calidad de su obra lo vuelve colaborador permanente en Variedades.

FRANCIA

Cuando el colegio Guadalupe decide hacer reducción de personal por falta de presupuesto, despiden al profesor César Vallejo. Por esta razón, su amigo de toda la vida, Julio ‘el Chino’ Gálvez Orrego, cambia su pasaje de primera clase por dos de tercera e invita a Vallejo a viajar con él.

Una vez en Francia, sus senderos se separan y el ‘Chino’, a quien Vallejo recordaría por el resto de su vida en su obra y memoria, decide ir como miliciano voluntario a pelear en España, siendo abatido por los franquistas en Madrid.  “Himno a voluntarios de la República” es también un himno al ‘Chino’ Gálvez.

Es en ese país que el poeta conoce nuevas tendencias y se relaciona con los intelectuales de la época. Escritores de la talla de Alejo Carpentier llegaban a París y querían conocerlo. Así de importante era (y sigue siendo) César Vallejo.

La vida del poeta no transcurrió en una inhumana pobreza. Los hoteles de dos y tres estrellas que solía habitar en Francia junto a Georgette eran bastante decentes.

Además se tiene la idea de que malvivió extrañando a su ingrata patria. Según revela Naranjo García, el gobierno peruano mandó dinero al poeta cuando este solicitó volver, pero el dinero llegó cuando las ansias de retorno se habían ido, y es así que se embarca junto a Georgette a un viaje por distintas partes del mundo, en el cual no estaba incluido el Perú.

Seguramente pospuso el viaje a su terruño y la vida le jugó una mala pasada, pero la imagen que muchos tienen de Vallejo, catalogado como ‘triste’ y ‘mendigo’, está fuera de contexto.

NO ES REALIDAD: ES POESÍA

“Cuando publica ‘Masa’, ‘La rueda del hambriento’, todos dicen es él quien se está muriendo. Han hecho una mezcla diabólica”, concluye Naranjo.

En principio, Vallejo muere en una de las clínicas particulares más exigentes de París. Fue atendido por médicos de distintas especialidades que cobraban mucho dinero. El gobierno peruano solventa todos los gastos. “En el siglo XXI Vallejo no puede seguir muriéndose de hambre”, resume don Reynaldo.

Cuando fallece Vallejo, el entierro y todas las pompas fúnebres también fueron pagados por la embajada del Perú en Francia.

GEORGETTE

El 15 de abril de 1938, César Vallejo muere. Su elogio fúnebre estuvo a cargo del poeta francés Louis Aragon.

Georgette no tenía más que hacer en Francia. Era hija única y su madre había muerto, al igual que su padre. Vallejo también se había ido, así que decidió venir a Lima.

Se ganó la antipatía de muchos editores que la calificaban de ‘interesada’ por no permitir que se publiquen las creaciones del poeta sin pagar los derechos de autor.

Sucede que ese dinero que Georgette fue ahorrando le sirvió para años más tarde cumplir el último deseo de su Vallejo, como siempre lo llamó.

Cuando eran jóvenes y vivían en el barrio 14 de París, cerca al cementerio Montparnasse, donde están enterrados intelectuales, científicos y músicos, Vallejo le comentó cuánto le gustaría ser enterrado allí. Al morir, Georgette tuvo que enterrarlo en otro cementerio, pero jamás olvidó los deseos del poeta.

Años más tarde, el último sueño de César Vallejo se cumple. Sus restos son trasladados al nombrado camposanto y se lee en el epitafio las últimas palabras que Georgette le dedicó:

“He nevado tanto para que duermas”.


Escrito por

Esteban M. Marchand

Licenciado en Procrastinación, pero termino haciéndolo todo.


Publicado en

Redacción mulera

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