En el siglo XXI, la fábula de los tres cerditos no terminaría con el lobo cocinado en la olla del tercer cerdito. Apenas estaría comenzando. El diario inglés The Guardian imaginó la cobertura de la historia en estos tiempos de periodismo abierto y una esfera pública muy activa, en la búsqueda de la fotografía completa de los hechos.

¿El lobo sopló y sopló?

En esta versión contemporánea del cuento, la sociedad global es parte de la noticia; desde los testigos y los colaboradores espontáneos, hasta los lectores que opinan y lanzan sus hipótesis en la sección comentarios. Complementan la información, guían a los medios por distintos caminos y participan activamente de la cobertura de una noticia.

El lobo ha sido cocinado vivo y la policía atrapa a los cerditos y los acusa de asesinato. La discusión comienza en las redes sociales: ¿Acaso fueron demasiado lejos? ¿O el lobo se lo merecía por derribar las casas de paja y de madera? ¿Quiénes son los malos y quiénes las víctimas?

Pero hay más: un video colgado en Internet revela que el lobo sufría de asma, y modifica todo el escenario: el lobo no podría haber derribado las casas de paja y de madera. Los tres cerditos habían matado al lobo para cobrar el seguro y cancelar la hipoteca que el banco tenía sobre sus viviendas, y son condenados a prisión.

Indignados

Poco después, los problemas hipotecarios de los ahora reos cerditos se replican en el resto de la población, que comienza a protestar contra los bancos y toma a los tres cerditos como figuras símbolo. Y precipitan el debate de una reforma hipotecaria.

Moraleja: Hoy más que nunca, el lector tiene un papel decisivo en el desarrollo de una historia y de la sociedad. Y la puede llevar por caminos inesperados.