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Fernando Vivas: El fútbol tiene la culpa

Publicado: 2011-09-30

En su columna publicada en el diario El Comercio, Fernando Vivas critica la situación actual del fútbol peruano, deporte que da espacio a conductas violentas y machistas que culminan en hechos como el asesinato de Walter Oyarce. Frente a esto, Vivas considera el cierre temporal de los estadios una medida apropiada para resguardar la seguridad ciudadana.

Por otro lado, en su columna hace mención a una "sangrienta novedad", con esto se refiere que esta vez la violencia vino desde los palcos, sector del estadio asociado a las clases altas limeñas y al cual Vivas considera "Un recordatorio grotesco de las diferencias sociales y una invitación a sumar revanchismos sociales a la bronca futbolera."

A continuación, la columna de Vivas:

ASESINATO EN EL MONUMENTAL

El fútbol sí tiene la culpa

Por eso no me gusta el fútbol: porque su práctica masiva, su profesionalización, su difusión y su disfrute están contaminados hasta la médula de una ideología machista que nos exige tolerar la violencia como si fuera una necesaria expansión de los hombres.

Solo ante muertos como Walter Oyarce o heridos graves, losfutboleros se golpean el pecho, pero antes de eso se hicieron la vista gorda ante el desfile de hordas de hinchas que van al estadio, ¿a qué? ¿A cantar meciendo las manitas levantadas? ¡No! A pecharse con insultos y, si la ocasión se les presenta, a mecharse destrozando la propiedad ajena.

Por lógica de seguridad y de defensa civil, un espectáculo con tal arrastre violento, que aterra a miles de vecinos, debe ser cancelado, al menos partidos importantes en grandes estadios. Que se jueguen a puerta cerrada para las cámaras.

Mientras no se desligue el fútbol de este ‘mandato’ machista, tenemos que protegernos con medidas que van más allá del refuerzo de la seguridad: cierre de estadios hasta garantizar la seguridad del público y, ¡ojo!, de vecinos y transeúntes. ¿O ya olvidaron el caso de Paola Vargas victimada por ‘Bolón’?

También debiera cancelarse la Copa Cable Mágico dentro de la cual se jugó el clásico fatal. ¡El domingo, un día después del crimen, se siguió jugando como si nada! Han tenido que esperar a que el Gobierno exija jugar a puerta cerrada.

La sangrienta novedad es que la violencia se ejerció en los palcos suites, lo que delata que el machismo homicida asociado al fútbol atraviesa estratos sociales y se instala, con privilegios para estoquearse de trago y parafernalia belicosa, en zona VIP.

En el año de la prédica pro inclusión y pro seguridad ciudadana, la sola existencia del modelo de palcos suites, copiado de otros países y aquí exacerbado en indulgencia alcohólica, es un recordatorio grotesco de las diferencias sociales y una invitación a sumar revanchismos sociales a la bronca futbolera. Los hinchas humildes, que son revisados hasta en los calzoncillos, albergan los peores sentimientos hacia esta suerte de burladeros clasistas donde la PNP no catea a nadie y desde donde, en el paroxismo de un partido, llueve de todo a las tribunas.

Por todo lo anterior me entristece que este modelo de palcos excluyentes haya sido incorporado al remodelado Estadio Nacional y que existan tantos empresarios irresponsables haciendo lobby en estos momentos para evitar el fútbol a puerta cerrada.


Escrito por

Jimena Rojas Denegri

Antropóloga y redactora de lamula.pe


Publicado en

Redacción mulera

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