La periodista y crítica de televisión, Patricia Salinas, opinó sobre el micro programa "5 Minutos", conducido por Milagros Leiva. "Que pena que justo cuando a una periodista (...) le dan la oportunidad de tener un programa de entrevistas en la televisión (...), comience cada una de ellas con la pregunta “¿de qué quieres hablar?” (¡increíble!)",escribió en su columna.

Sin embargo, la periodista reconoce que habrá que esperar a ver el próximo proyecto de Leiva, 'No culpes a la noche', en donde espera que Milagros Leiva sea más periodista y menos amiga con sus entrevistados.

A continuación la columna completa publicada en Caretas:

No sé bien en qué momento los sitios de los periodistas en la tele fueron siendo ocupados primero por abogados, economistas, sicólogos, etc. y después por actores, vedettes, modelitos y hasta cómicos como Melcochita (el otro día vimos a un cómico ambulante fungiendo de reportero del programa “Al sexto día” que conduce Olenka Zimmerman). Y es que muchos creen que realizar un reportaje es agarrar un micrófono y salir a las calles a hacer cualquier pregunta, fastidiar a la gente o armar chongo. Mejor que cierren las facultades de periodismo de una vez por todas, porque los pobres chicos que se pasan cinco años estudiando, simplemente no tienen lugar, al menos en los canales de televisión.

No deja de ser curioso que ni siquiera los conductores de la mayoría de programas periodísticos, desde los que van de lunes a viernes como “Enemigos públicos” y “La noche es mía”, hasta dominicales “Cuarto poder”, por ejemplo (Sol Carreño y Raúl Tola son abogados de profesión), hayan estudiado comunicaciones.

Sin embargo, hay que reconocer que algunos periodistas se hacen en la cancha: Tola hace excelentes reportajes, Augusto Álvarez Rodrich, economista de profesión expone sus puntos de vista con claridad y sin medias tintas, Rosa María Palacios, otra abogada que funge de periodista y que acaba de regresar a la pantalla chica (a través de canal 13, donde intentará calentar la antena en el difícil horario de las 8 de la noche, después de su controvertida salida de América Televisión), hace muy buenas entrevistas y se nota el empeño que pone en prepararse y documentarse para cada una de ellas.

Y es que a veces basta tener el suficiente criterio para, en primer lugar, guardar las distancias con el entrevistado, así éste sea su gran amigo. Quizás la razón por la que Rosa María y Álvarez Rodrich se han ganado el respeto del público es porque siempre han dicho que no permitirían que nadie les dicte una pregunta y suelen enfrentarse a sus invitados, con toda la cortesía del mundo, diciéndoles: “Lo siento, pero aquí, yo voy a preguntar lo que tengo que preguntar”.

Por eso nos resulta tan penoso, por no decir vergonzoso, que justo cuando a una periodista con años de experiencia nada menos que en El Comercio, le dan la oportunidad de tener un programa de entrevistas en la televisión: “5 Minutos con Milagros Leiva”, comience cada una de ellas con la pregunta “¿de qué quieres hablar?” (¡increíble!). A todos los quiere, a todos los admira, y hasta en algunas oportunidades, como en el caso de Aldo Miyashiro, termina ¡aplaudiéndolo!

La idea de hacer una entrevista en cinco minutos era realmente interesante, si es que en ese tiempo se lograba sacar algo en lugar de sobar el ego del invitado de turno. Lamentablemente Leiva optó por la segunda opción y desde el próximo 3 de octubre, ya no serán cinco minutos, sino que irá de lunes a viernes a las 11 p.m. con el nombre de “No culpes a la noche”. Y no pues, la noche tiene la culpa. Ojalá que en la nueva etapa, la ahora conductora sea más periodista que amiga de sus entrevistados.