Pasados 83 años desde su nacimiento, y coincidiendo con la publicación de Diario de un Combatiente, la figura del Che Guevara sigue siendo considerada una de las más importantes del siglo XX. El libro recopila las pequeñas anotaciones hechas por el propio Che durante su estancia en Sierra Maestra, donde se fraguó la revolución cubana.

Con motivo del lanzamiento de Diario de un Combatiente, la periodista Raquel Vidales, del diario El País, conversó telefónicamente con Jon Lee Anderson, prestigioso periodista y autor de Che Guevara. Una vida revolucionaria -considerada la mejor biografía sobre el lider revolucionario-, sobre la obra y las opiniones que Ernesto Che Guevara podría tener en el presente acerca de fenómenos como la primavera árabe y el imperialismo estadounidense.

A continuación, parte de la entrevista publicada:

No hay duda de que la experiencia directa del Che en Sierra Maestra despertará interés más allá de su valor como documento histórico. Allí donde hay un intento de desafío al statu quo, aparece la famosa fotografía que Korda le tomó en 1960, sea cual sea el origen del movimiento y el lugar del mundo en que se produzca. "Pero el mundo no es tan blanco ni tan negro como lo era en tiempos del Che y su postura sería muy compleja. Por ejemplo, no consideraría verdaderas revoluciones las revueltas en el mundo árabe porque las vería carentes de ideología. Por otro lado, en público se vería obligado a situarse en la crítica oficial al imperialismo estadounidense y a la intervención en Libia, pero en privado se sentiría incómodo con la corrupción y la manera de actuar de esos Gobiernos", reflexiona Jon Lee Anderson.

Aparte de un acercamiento a la figura del Che, los cuadernos ofrecen la apasionante crónica de cómo se fragua una revolución en dos años. "La etapa de Sierra Maestra fue crucial. En ese tiempo la guerrilla cuajó la revolución, adoptó una ideología y tomó el rumbo de la izquierda", subraya Anderson. Un proceso que se refleja en los diarios a través de sus comentarios sobre el día a día de la batalla, relatos de escaramuzas, observaciones sobre compañeros de lucha y recelos hacia algunos de ellos, incluido el propio Fidel Castro. "Algunas de estas notas resultan políticamente incorrectas y causaron indignación en algunas personas en Cuba cuando aparecieron en mi libro", recuerda Anderson. ¿Por eso han pasado tantos años escondidas en los archivos del Centro de Estudios Che Guevara en La Habana? Según los editores, tienen errores ortográficos e imprecisiones, lo que, unido a la falta de páginas importantes, había determinado que no se hubieran publicado de manera íntegra. Ahora, después de una "revisión exhaustiva", muchas han sido rectificadas.