Las malas mañas en el fujimorismo convirtieron el Congreso en una agencia de empleo de sus congresistas, que contratan a los familiares de sus colegas de bancada y estos a cambio contratan a los suyos. Este intercambio de favores se inició en el 2016, desde que se hicieron del control del Legislativo, gracias a su mayoría parlamentaria, y continúa hasta la fecha.

Uno de los casos es el del congresista Segundo Tapia (Fuerza Popular),  actual titular de la Comisión de Fiscalización, y su sobrina Ana Rosa Pérez Tapia, hija de su hermana, reveló este domingo Cuarto Poder. Esta última, fue contratada por su colega de bancada Elard Melgar. Como contraprestación, Tapia le dio trabajo en su despacho a Giuliana Melgar Choy, sobrina de Melgar. El intercambio de favores se dio casi en los mismos meses.

Este accionar de los congresistas de Fuerza Popular es ilegal,  según la abogada penalista Romy Chang, porque viola la ley de nepotismo del 2014, que prohíbe a los funcionarios que gozan de la facultad para contratar, nombrar o que tengan alguna injerencia directa o indirecta en el proceso de selección o contratación de personal, a nombrar, contratar o inducir a terceros a que lo hagan en su entidad, respecto a sus parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad (hijos, padres, hermanos) o al segundo de afinidad (cuñados, sobrinos).

En el caso de Segundo Tapia, no solo llevó a Ana Rosa Pérez Tapia a laborar en el Congreso. Tiene otro sobrino, José Luis Pérez Tapia, también con trabajo seguro en el Parlamento, donde primero fue auxiliar del despacho de la congresista de Fuerza Popular Marita Herrera, entre agosto y septiembre de 2016. Luego pasó a órdenes del fujimorista Federico Pariona, entre octubre de 2016 y septiembre de 2017, también como auxiliar, precisó este lunes La República.   

Pariona también llevó al Congreso a Kristell Díaz Quiroz,  con quien luego se casó en noviembre del 2018. Díaz Quiroz fue contratada por Segundo Tapia casi en el mismo período, entre octubre del 2016 y septiembre del 2017, en que Pariona contrató al sobrino de Tapia, según el informe de Cuarto Poder. 

Pero ahí no quedó el tema. Pablo Díaz Quiroz, cuñado de Pariona, también trabajó en el Congreso, en la Comisión del Consumidor bajo la presidencia del fujimorista Miguel Elías Ávalos. "Yo ni sabía [de la contratación]. Yo recién en estos tiempos estoy conociendo a su familia [de su esposa], porque son del norte", dijo a modo de justificación el parlamentario fujimorista.

Segundo Tapia, el hoy imperturbable titular de la Comisión de Fiscalización, desde donde impulsa sendas investigaciones a encuestadores, al mensaje a la Nación y a los casos que salpican al presidente Martín Vizcarra, es un conocido protagonista de casos de nepotismo: también se reveló que otros dos de sus sobrinos, Miguel y Eduardo Talledo Elera, trabajaban en el Congreso. La prensa reveló además el caso del sobrino de la hoy vocera fujimorista, Milagros Salazar, Ezra Meléndez Salazar.

'Son mis sobrinos pero no sé nada'

¿Cómo se defiende Tapia? El congresista alegó desconocer los vínculos laborales  de Ana Rosa Pérez Tapia y José Luis Pérez Tapia, hijos de su hermana María de la Flor Tapia Bernal, con sus colegas de bancada. "No depende de mi persona. Si esos congresistas han decidido contratarlos es su plena responsabilidad", refirió. "Yo no los he contratado", insistió.

Así trató de lavarse las manos, pero es probable que como en el caso del sobrino de su colega Milagros Salazar, no pase nada. Tampoco pasó nada cuando Tapia tenía laborando en su despacho a los hermanos Miguel y Eduardo Talledo Elera, hijos de Rosa Beatriz Dionicio Elera, prima de la esposa del legislador. Incluso sus colegas de bancada hasta lo defendieron.

Es un patrón (ilegal) que se repite.

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