El toma y daca de la guerra comercial entre EEUU y China, que mantiene en vilo a la economía global, continúa, y este viernes escaló, luego de que Pekín anunciara la imposición de aranceles a bienes estadounidenses por unos 75.000 millones de dólares, en respuesta a las medidas del gobierno de Donald Trump en el mismo sentido.

En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino sostuvo que estas nuevas tarifas comenzarán a aplicarse desde el 1 de septiembre, la misma fecha en que entrarán en vigor las tasas impuestas por EEUU a productos del gigante asiático por 300.000 millones de dólares.

Entre los aranceles, se incluye la reanudación de tarifas adicionales del 25 % o del 5 % a los vehículos importados y componentes de fabricación estadounidense a partir del próximo 15 de diciembre, precisó la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado de Pekín.

La diplomacia china advirtió que los aranceles de Trump provocaron una "escalada sostenida de las fricciones económicas y comerciales" entre ambos países, lo que ha perjudicado "en gran medida a los intereses de China y otros países", debido a que pone en grave riesgo el sistema multilateral de comercio y el libre comercio. 

China sostuvo que sus medidas son una "respuesta forzada" al unilateralismo y el proteccionismo comercial de EEUU, y emplaza a Washington a que "coopere" para "llegar a una solución aceptable para ambos y de beneficio mutuo".

Responde Trump

Por su lado, el presidente estadounidense  "ordenó" a las empresas de su país —sin concretar si iba a tomar medidas legales— a que vayan cerrando sus negocios con China y buscar una alternativa a la fabricación de sus productos.

La escalada de tensiones de la guerra comercial entre las dos mayores potencias del mundo llega en vísperas de la reunión del G7, que tendrá en el proteccionismo comercial el epicentro del debate de la cumbre.

Fiel a su estilo de anunciar decisiones claves de Estado a través de Twitter, Trump hizo hincapié en que las multinacionales estadounidenses deben encontrar "una alternativa a China, incluido traer de vuelta a CASA nuestras compañías y fabricar nuestros productos en EEUU". 

En una retahíla de tuits, el magnate alegó que "las vastas cantidades de dinero hecho y robado por China a EEUU, año tras año, durante décadas, deben ACABAR y acabarán".

"No necesitamos a China y, la verdad, estaríamos mejor sin ellos". 

Donald Trump incluyó al presidente de la Reserva Federal de EEUU, Jay Powell, en su arremetida. "Mi única pregunta es: ¿cuál es nuestro mayor enemigo, Powell o Xi [Jinping, presidente chino]?", se preguntó con sarcasmo. El mandatario insistió en que Powell baje los tipos de interés para abaratar el dólar.

Y Powell admitió este viernes su preocupación por la ralentización de la economía global motivada por las tensiones comerciales entre Washigton y Pekín. El jefe del banco central de EEUU dejó entrever la posibilidad de que podría rebajar más los tipos de interés si las turbulencias mundiales dañan la economía estadounidense.

La guerra comercial arrasa las bolsas

En medio de toca y daca comercial,  Wall Street cayó este viernes más de un 1,5% al cierre de los mercados y arrastró consigo a las bolsas europeas. En Nueva York, el Dow Jones y el S&P 500 cedieron más de un 2%, mientras que el Nasdaq cayó un 3%.

Los mercados también estuvieron pendientes de las noticias económicas desde Alemania, cuya economía está en riesgo de caer en recesión. Aunque el gobierno de Angela Merkel evalúa un plan de estímulos fiscales para evitar esta situación, fuentes del Bundesbank (el banco central alemán) informaron a Bloomberg de que no consideran necesarias estas medidas.

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