El máximo tribunal de Brasil se apresta a reanudar este martes el debate sobre un pedido de liberación de Luiz Inácio Lula da Silva, en medio de las revelaciones que pusieron en entredicho la imparcialidad de la operación Lava Jato y del proceso en el que fue sentenciado a 8 años y 10 meses de cárcel, condena que purga desde abril del 2018.

La segunda corte del Supremo Tribunal Federal (STF) puso en agenda el "habeas corpus" presentado por la defensa de Lula, luego de que uno de sus cinco jueces, Gilmar Mendes, liberara la causa para que continúe su análisis, luego de que The Intercept publicara el domingo mensajes que intercambiaron el entonces juez Sergio Moro y el fiscal coordinador de la Operación Lava Jato, Deltan Dallagnol.

Los diálogos pusieron en jaque la imparcialidad de los procesos que llevaron a la cárcel a Lula da Silva y a decenas de políticos y empresarios, aunque Moro, actual ministro de Justicia del gobierno ultraconservador del presidente Jair Bolsonaro ha tratado de minimizar la filtración. "Los jueces charlan con fiscales, abogados y policías. Es algo absolutamente normal y no orienté a nadie", dijo el lunes en una visita a Manaos.

Dallagnol también se pronunció en el mismo sentido que Moro"Es normal que fiscales y abogados hablen con los jueces sin la presencia de los demás. Lo que hay que averiguar es si hubo colusión", alegó el fiscal, al considerar que el tema de la imparcialidad no está en duda, al mencionar las peticiones que hizo el Ministerio Público en el proceso y que fueron rechazadas por la justicia. "Cincuenta y cuatro personas acusadas por la fiscalía fueron absueltas por el juez Moro", añadió.

En este contexto, el pedido de la defensa para liberar a Lula vuelve a debate, luego de que sus abogados cuestionaran una negativa de excarcelación de un tribunal inferior (el Superior Tribunal de Justicia). 

Según la prensa brasileña, el juez Gilmar Mendes decidirá también debatir el 25 de junio otro recurso que cuestiona la imparcialidad del exjuez Moro, quien condenó en primera instancia a Lula, por haber aceptado en enero ser ministro de Justicia y Seguridad Pública del gobierno Bolsonaro. El exmandatario siempre cuestionó la imparcialidad de Moro y la reciente filtración podría ayudar a su causa.

En tanto, el Consejo Nacional del Ministerio Público brasileño abrió una pesquisa disciplinaria para determinar si los fiscales mencionados en las conversaciones filtradas cometieron una "falta" a sus funciones, como no mantener equidistancia con el juez Moro y tener una actuación "político-partidaria".

Lula purga condena como presunto beneficiario de un departamento tríplex en un exclusivo balneario paulista concedido por la constructora OAS a cambio de lograr contratos en Petrobras.

"Nada cambia el hecho de que Lula robó y dirigió la mayor organización criminal del mundo, responsables del escándalo del 'petrolazo' (Lava Jato), entre otros (...). Brasil es rico pero no es potencia a causa de ladrones como Lula", escribió en su cuenta de Twitter el diputado Eduardo Bolsonaro, uno de los tres hijos del jefe de Estado brasileño dedicados a la política.

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