La esperada segunda 'cumbre' entre el presidente estadounidense Donald Trump y su par norcoreano Kim Jong Un empezó este miércoles en Hanói (Vietnam), ocho meses después del primer encuentro histórico de Singapur.
"Creo que será muy exitosa", afirmó Trump en un breve comentario ante la prensa. Añadió que espera que la reunión, centrada en la desnuclearización del régimen norcoreano, sea "equivalente o mejor que la primera". Por su parte, Kim Jong Un afirmó que está "seguro" de alcanzar esta vez resultados positivos. "Estoy seguro de que esta vez habrá grandes resultados que serán bien recibidos por todos", declaró el líder norcoreano. "Lo haré lo mejor que pueda para que ocurra".
Washington exige que Pyongyang renuncie a su arsenal nuclear a cambio de un levantamiento de las sanciones, pero desde el encuentro de Singapur no ha habido progresos concretos.
Trump destacó que Corea del Norte tiene un potencial económico “tremendo, increíble, ilimitado” y prometió que ayudaría a Pionyang a aprovecharlo si prosperan las negociaciones sobre la desnuclearización del hermético país asiático. “Estoy deseoso de ver cómo ocurre (ese desarrollo) y de ayudar a que ocurra, y ayudaremos a que ocurra”, afirmó.
Kim destacó que ambas partes han logrado “superar obstáculos y estar aquí hoy”, algo que, según él, ha requerido “mucha paciencia y esfuerzo”. Además, agradeció la “valiente decisión” de Trump de empezar a dialogar con Corea del Norte, mientras que el inquilino de la Casa Blanca aseguró que su relación con el líder norcoreano “es realmente buena”.
Mañana, jueves 28 de febrero, finalizará el encuentro. Se espera que la declaración que resulte de esta cumbre sirva para impulsar el proceso de desnuclearización que se planteó en Singapur, y que apenas ha cosechado avances ante la falta de una hoja de ruta.
En ese sentido, se cree que Corea del Norte podría ofrecer un desarme parcial centrado en su complejo nuclear de Yongbyon, donde produce su combustible para bombas atómicas y el cual Kim ya se ofreció a desmantelar “permanentemente” a cambio de “medidas correspondientes” de la Casa Blanca.
Esas medidas podrían pasar por una relajación de sanciones que permita revivir proyectos de cooperación económica entre las dos Coreas, y una declaración política para dar portazo a la Guerra de Corea (1950-53), que concluyó con un alto el fuego y no un tratado de paz.
(Foto abridora: EFE)