Carlo Maria Viganò, arzobispo y exnuncio apostólico en Washington entre 2011 y 2016, pidió la renuncia del Papa Francisco, al asegurar que conocía desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales sobre el cardenal Theodore McCarrick, quien fue sancionado en junio pasado.
El arzobispo Viganò escribió una carta de 11 páginas —basada en acusaciones personales y sin aportar ninguna documentación o prueba— que fue publicada por algunos medios de varios países en la que también acusó a otros miembros de la Iglesia de formar "un grupo de presión gay" y de encubrir las acusaciones contra el cardenal estadounidense.
El exembajador vaticano sostiene que Francisco conoció el caso el 23 de junio de 2013, porque él mismo se lo comunicó "y siguió encubriendo al cardenal exarzobispo de Washington, McCarrick".
El pasado junio, McCarrrick, de 88 años, fue apartado del colegio cardenalicio y el papa argentino "dispuso su suspensión en el ejercicio de cualquier ministerio público, así como la obligación de que permanezca en una casa que le será asignada para una vida de oración y penitencia".
Viganò explica que en 2013 fue el mismo pontífice quien le preguntó: "¿Cómo es el cardenal McCarrick?", y que el nuncio le informó de que "corrompió a generaciones de seminaristas y sacerdotes y el papa Benedicto XVI le ordenó retirarse a una vida de oración y penitencia", así como que le informó de que había un informe de todo ello en la Congregación para los obispos.
"Sin embargo, Francisco, hizo de él su fiel consejero junto con Maradiaga (Óscar Andrés Rodríguez, cardenal hondureño) (...) Sólo cuando ha sido obligado por la denuncia de un menor, y siempre en función del aplauso de los medios de comunicación, ha tomado medidas para, así, salvaguardar su imagen mediática", acusa Viganò.
El arzobispo italiano considera que esta carta la dictó su conciencia para que se conozca que "la corrupción ha alcanzado la cima de la jerarquía eclesiástica", por lo que insta a Francisco y a todos los implicados en el encubrimiento del caso McCarrick a renunciar.
No quiso responder
El pleno vuelo papal, al epicentro de los escándalos de abusos contra menores de edad, Francisco eludió responder sobre las acusaciones de encubrimiento que le hizo Viganò. "Yo leí esta mañana el comunicado. Lo leí, y diré sinceramente, que lo lean ustedes atentamente y hagan su juicio. Yo no diré una palabra sobre eso. Creo que el comunicado habla por sí mismo, y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para llegar a las conclusiones. Es un acto de Fe. Cuando haya pasado el tiempo y ustedes tengan las conclusiones, quizá hable más. Pero quiero que su madurez profesional haga este trabajo, pero de verdad", le dijo a los periodistas que le preguntaron a respecto.
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