Empezaron en el 2011 como una banda de punk rock contestatario, pero en el 2013 lograron visibilidad a nivel mundial por el encarcelamiento de sus integrantes. Las Pussy Riot realizaron una performance en una iglesia y eso es considerado por el Estado de Rusia como un delito que merece el encierro. Desde ese momento, se convirtieron en un colectivo que logró no solo solidaridad internacional por ese atropello a los derechos humanos, sino seguidores y seguidoras en todo el mundo. 

Parte de su historia es contada en el documental "Pussy Riot: A Punk Prayer", que está disponible en Netflix.

Ahora, han vuelto a la escena con la invasión al campo de fútbol que algunas de sus integrantes hicieron en el partido de la final del Mundial Rusia 2018. El objetivo era llamar la atención sobre lo que ocurre en Rusia, pero lo hicieron también como homenaje al poeta Dmitry Alexandrovich Prigov, que murió hace once años.

A través de su cuenta de Twitter, el colectivo publicó sus exigencias contra el gobierno de Vladimir Putin. Ellas piden la liberación de presos políticos, que culminen los arrestos ilegales durante protestas y medidas para que se permita la libre competencia política en Rusia.

Aquí algunas fotos de su intervención en el partido de la final del Mundial de Rusia 2018, en el que jugaron Francia y Croacia.

reuters

efe

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