No hubo humo blanco. Este viernes, como estaba prevista, se realizó una reunión entre Odebrecht y los miembros Equipo Especial Lava Jato, con el fin de llegar a un nuevo acuerdo para superar la crisis de confianza mutua y destrabar el proceso de colaboración eficaz.
El encuentro, en efecto, se realizó pero sin ningún resultado, porque en la mesa no estuvieron todos los que debían estar. La constructora brasileña solo envió a Luis Bramont Arias a la cita que se realizó en el despacho del fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, pero acudió como abogado externo de Odebrecht, informó El Comercio.
La casa matriz de la constructora en Brasil no autorizó que el director jurídico de Odebrecht, Ricardo Machado Weyll, y el actual director de Odebrecht en el Perú, Mauricio Cruz, vayan al encuentro, en el que por el lado del Ministerio Público estuvieron, además de Sánchez, el coordinador de las fiscalías anticorrupción, César Zanabria, y el jefe del equipo especial del Caso Lava Jato, Hamilton Castro.
Bramont no estaba autorizado para acordar ni suscribir documento alguno. Por ello solo se limitó a escuchar lo que la fiscalía planteó. No se saben los motivos por los que Odebrecht no envió a sus altos ejecutivos a la reunión, en la que los representantes del Ministerio Público reiteraron la necesidad de que se cumpla el convenio de colaboración que suscribió Jorge Barata.
Para la fiscalía es vital que Barata amplíe su testimonio sobre temas por los que ya declaró y sobre nuevos hechos que aparecieron en el cursos de las pesquisas, y que Odebrecht cumpla con entregar pruebas y documentos.
Los voceros del Ministerio Público explicaron en la reunión que los casos por los que declaró Barata son complejos, que la información necesita ser corroborada y para ello es importante que se fortalezca la cooperación de ambos, para poder cerrar un acuerdo formal de colaboración eficaz, con sus beneficios respectivos, a más tardar en octubre próximo.
Las partes presentes en la reunión de una hora acordaron que este lunes volverían a reunirse.
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