Perú perdió 1-0 ante Dinamarca en su debut en el Grupo C del Mundial Rusia 2018, pero mostró un buen juego y generó ocasiones de gol. Y la más clara fue el penal que le cometieron a Christian Cueva, pero que él mismo erró. 

Si hubiera cambiado por gol ese tiro desde los 12 pasos, la historia del regreso de la selección nacional a una Copa del Mundo hubiera sido distinta. Probablemente. Pero el fútbol es así, y ahora Cueva, clave en el equipo de Gareca y fundamental para la clasificación, debe pasar la página y pensar en Francia, a la que enfrentará este jueves.

cueva y el penalti fallado.

"Triste porque tuvimos las oportunidades para ponernos 1-0 conmigo en el penal. Un poco triste por eso porque fue una responsabilidad muy grande. La asumí y ahora solo me queda trabajar el doble", afirmó el 8 de la selección en la zona mixta del estadio.

Al final del partido, con el amargo debut consumado, Cueva se dejó caer al césped y rompió en llanto. Vergüenza deportiva le dicen. Y es lo que tiene este equipo de Gareca, solidario sobre todo. Sus compañeros lo abrazaron, con cariño y gratitud.

Arropado. Cueva es querido y respetado por sus compañeros. Y un penal fallado lo ratifica.

El DT de Perú, Ricardo Gareca, que le vio el potencial y lo convirtió que un jugador de selección, confía en que se repondrá de este mal momento personal, como lo ha hecho antes.  "Lo conozco y es un jugador fuerte mentalmente", dijo el 'Tigre', al dale un espaldarazo.

Cueva habló del penal que marró, pese a que no hay una explicación para este tipo de situaciones o un algoritmo que tenga la respuesta. Simplemente pasa, y pasa con los mejores, como Lionel Messi, que más temprano, en el opaco debut de la Argentina ante Islandia, también falló un tiro desde los 12 pasos.   

"Normalmente le pego a ese lado. Vi al arquero que se tiró al otro lado. Quise pegarle al lado al que yo siempre le pego en los penales. Quizás le pegué muy abajo. Pero bueno, erré y solo queda corregirlo. salí al segundo tiempo con la misma mentalidad que la del primero: ganar el partido. Solo me queda levantar la cabeza y seguir".

El volante de la selección peruana se siente arropado. Y lo está. Tiene el apoyo que necesita y sabe que el fútbol da revanchas.

"Estoy agradecido con las personas que me apoyan. Las personas que me critican también, ya que me sirve para darme cuenta de muchas cosas. Lo importante es que tengo el respaldo de mis compañeros, el cuerpo técnico y de mi familia".

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