La indignante actuación de la fiscal provincial adjunta Karina Toledo Wong, quien no abrió investigación contra el chofer y copiloto de un ómnibus de la empresa de transporte interprovincial Palomino, acusados de dopar y violar a una terramoza de 25 años dentro de la unidad interprovincial el jueves en la madrugada, ya se está investigando en la Oficina Desconcentrada de Control Interno de Lima, informó el Ministerio Público.

La cuestionada magistrada se amparó en la competencia funcional territorial, es decir, que como la violación se cometió supuestamente cuando el bus pasaba por Nazca, la 23º Fiscalía Provincial Penal de Lima, a la que ella pertenece, no podía formalizar denuncia, con lo que permitió la liberación de Daniel Pérez Fierro (40) y Marcelino Vicente Palacios Barja (44), quienes habían admitido su crimen ante la Policía, que los detuvo tras recoger la denuncia de la víctima,  L.E.D.Q. (25).

La investigación interna del Ministerio Público incluye, además de Toledo Wong, a la titular de la 23º Fiscalía Provincial Penal de Lima, Fanny Uribe Tapahuasco, y a los otros dos adjuntos de su despacho, César León Moreno y Elga Tirado Ángeles, a fin de determinar su responsabilidad en una presunta infracción administrativa.

Según la Policía, el ataque sexual contra la joven terramoza se perpetró cerca de las 3.00 a.m. en el bus de placa interna N° 765, el cual había partido de Arequipa rumbo a Lima la tarde del miércoles. Las evidencias apuntan a que el chofer y el copiloto doparon a la joven con un vaso de vino. Cuando despertó estaba sobre el cubículo del conductor tras haber sido ultrajada. Por temor, la víctima prefirió llegar a Lima para denunciar el caso en la comisaría de Apolo. 

El examen de medicina legal que se le practicó a L.E.D.Q. confirmó el delito. Con esa prueba, los policías de investigación criminal ubicaron y detuvieron a los dos acusados en la sede de la empresa de transportes Internacional Palomino en Lima. Ambos aceptaron haber tenido relaciones sexuales dentro del bus con la auxiliar de viaje, y fueron puestos en mano de la 23º Fiscalía Provincial Penal de Lima.

Ahí recibió el caso la fiscal Toledo Wong, quien debió abrir investigación, iniciar coordinaciones con sus colegas de Nazca para trasladar el expediente y no permitir que los autores confesos del crimen queden libres. Pero no lo hizo. Y encima quiso borrar —con liquid paper (corrector de textos)— el sello y su firma de la resolución que permitió la liberación de los detenidos, según denunció el jefe de la Región Policial Lima, general Gastón Rodríguez Limo. "Lo que ha hecho esta doctora es desproteger a una víctima de violación sexual", criticó al alto mando.

Ahora la terramoza y su familia exigen justicia, pero es difícil hallarla en un país en el que sus autoridades no están a la altura de las exigencias. Por lo pronto, será el  Ministerio de la Mujer la entidad que asumirá la defensa legal de la joven, a quien acompañará hasta Nasca para continuar con las diligencias.

Lee también:

La cadena de negligencias que permitió que dos violadores confesos de una terramoza estén libres