En una semana de anuncios de renovaciones desde El Vaticano y la pública renuncia de los obispos chilenos, este domingo el papa Francisco anunció la creación de 14 nuevos cardenales, entre quienes figura Pedro Barreto Jimeno (74), arzobispo metropolitano de Huancayo desde 2004 y vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica (Repam).

Así, Francisco rompe esquemas. En Perú solo se ha contado con un cardenal y el título recaía en quien era arzobispo de Lima (actualmente Juan Luis Cipriani). “Ahora el Perú contará con dos cardenales. Barreto es un hombre preocupado por la defensa de los derechos humanos y dedicado a la lucha por el cuidado de nuestra casa común. Buena noticia para la Iglesia peruana“, resalta Víctor Hugo Miranda, coordinador de la Plataforma Apostólica Regional de los Jesuitas en Piura.

¿Quién es Barreto?

El jesuita limeño recibió en el 2010 el premio Ángel Escobar de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos por su defensa del derecho a vivir en un medio ambiente sano, actitud que le ha valido que muchos le llamen 'el pastor de la ecología’.  Quienes lo denominan así lo aplauden y apoyan, pero también hay quienes lo critican porque dicen que debe quedarse con su sotana y en el púlpito y no opinar sobre conflictos socioambientales. 

Pero él es terco y dentro y fuera de la iglesia pide a los gobiernos que respeten los derechos humanos y protejan el medio ambiente. "La Iglesia está preocupada porque las empresas transnacionales han puesto sus ojos en la Amazonía con fines de explotación que implica la tala indiscriminada y el sembrío de plantas para producir el biodiesel”, dice.    

Monseñor Pedro Barreto

Amazonía

El jesuita tiene coincidencias con el Papa más allá del orden religioso: el medio ambiente. En una entrevista con el comunicador David Roca, Barreto se refirió a la visita del pontífice a Madre de Dios y al Laudato, sí, pero desde antes ha advertido sobre los peligros que amenazan a la Amazonía. "... son nueve países de nuestro subcontinente los que comparten territorio amazónico, donde hay extracción de hidrocarburos y muchas otras actividades depredadoras, y, como consecuencia, el 20% de los 7 millones y medios de kilómetros cuadrados de selva húmeda amazónica ya ha sido deforestada", dijo en aquella entrevista.

Para el monseñor tenemos la gran responsabilidad de cuidar nuestra casa, que es común, sobre todo de quienes tienen el afán de apoderarse de las fuentes de vida y dañan permanentemente a las personas y a su entorno natural.

Cambio climático

"La Iglesia habla permanentemente de su preocupación por la casa común. El mismo Papa habla de las evidencias científicas sobre las responsabilidades que hay en el cambio climático, y de que muchos de sus efectos ya son irreversibles. Siempre habla de este gran hecho que afecta nuestras vidas... La iglesia no va a solucionar estos problemas, pero sugiere llevar una actitud ética comunitaria, respetuosa de la vida social, para que todos los individuos, las iglesias, asuman un estilo de vida austero, para que cuiden a la naturaleza, para que asuman un estilo sobrio", explica. 

Buen vivir

El concepto de 'buen vivir' significa el respeto al medio ambiente, al buen uso de los recursos naturales, y la iglesia católica hace eco de ello. "El buen vivir habría que entenderlo como el bienestar de todos, el buen vivir es un concepto muy importante, pero el Papa lo explora más allá. El desarrollo, tal como es, va mal. Y es un obstáculo para vivir con dignidad... Esta expresión de ‘bien común’ es uno de los principios fundamentales de la doctrina social de Iglesia Católica, pero también del sentido común. Hemos hecho mención a las personas que viven en la Amazonía, las que no tienen tanta tecnología moderna pero que tienen un gran bagaje cultural, que es una manera de vivir que cuida a las fuentes de vida valiéndose del sentido común, y que por ello son un importante ejemplo sobre cómo convivir con el entorno", dice Barreto, quien el próximo 29 de junio será uno de los 14 prelados que recibirán la púrpura durante el quinto consistorio de ordenación de cardenales del pontificado de Bergoglio. 


Tres cortitas de Barreto: "Las comunidades indígenas amazónicas están en posesión inmemorial de sus territorios y sin embargo no tienen títulos de propiedad. Por tanto el primer gran problema es, sin duda, la propiedad de su territorio". "Las empresas extractivas respaldadas por el Estado ingresan a esos territorios sin respetar a los indígenas y en la mayoría de los casos contaminando el agua y la tierra". "La situación socioambiental de Madre de Dios y de la Amazonía en su conjunto es compleja y exige una respuesta urgente de todos los actores sociales. La minería ilegal o el manejo, también ilegal, de los recursos forestales son dos ejemplos muy claros del deterioro de la naturaleza".


(Fotos: Arzobispado de Huancayo)


Notas relacionadas:

“Los daños ecológicos son pecado espiritual y social”

¿De qué servirá la reunión entre el Papa Francisco y los indígenas amazónicos en Madre de Dios?

La encíclica verde

¿Qué une a católicos cristianos, musulmanes, judíos, hindúes, budistas, taoístas e indígenas?

Solamente dos años más