Son las dos mayores economías del mundo las que se han enfrascado en una guerra comercial. China le respondió al gobierno de Donald Trump con aranceles a a 128 productos de EEUU, en su mayoría del sector agrícola, por un valor de 3.000 millones de dólares, tras los gravámenes que aprobó Washington y que afectan a su acero y aluminio.

Aunque aún no hay una repercusión en los mercados internacionales, el analista    Jonathan Butcher, economista principal de Wood Mackenzie, advirtió que "hay un riesgo real" de que el conflicto comercial escale, lo cual "es una amenaza para la economía mundial".

Si se acentúa el enfrentamiento entre las mayores economías del mundial, el crecimiento del PBI global podría desacelerarse de 2.9% a 2.2% en los próximos cuatro años, según cálculos de Wood Mackenzie que cita SemanaEconómica.

En enero pasado, el Banco Mundial proyectó que la economía mundial crecería 3.1% en el 2018 y 3% 2019, mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó que crecería 3.9% en ambos años.

Jonathan Butcher explicó que la amenaza de una guerra comercial podría afectar la confianza de los mercados, lo que disminuiría el consumo y la inversión de las empresas, impactaría en el precio de los materias primas y fortalecería el dólar.

Pero el economista subrayó que ambos países desean evitar una escalada del enfrentamiento comercial. "China está dispuesta a negociar con Estados Unidos para gestionar de manera apropiada sus divergencias sobre la base del respeto mutuo y de los beneficios recíprocos", puntualizó, en alusión a las negociaciones discretas entre Washington y Pekín en busca de acuerdos sobre el acceso de las empresas estadounidenses al mercado chino, que reveló Wall Street Journal.

Pero no todos son tan optimistas como el analista de  Wood Mackenzie. Su colega Paul Mortimer- Lee, del BNP Paribas, uno de los principales bancos de Europa y Francia, dijo que "una guerra comercial puede comenzar con un solo disparo" y que les preocupa que "esto ya haya ocurrido".

Trump había anunciado tarifas arancelarias a productos chinos por valor de hasta US$60,000 millones anuales y en respuesta, el embajador de China en EEUU, Cui Tiankai, adelantó que su gobierno tomará contramedidas en la "misma proporción" y escala de las que tome Washington.

Pero mientras se mantengan las negociaciones entre ambas potencias, el impacto en China de los potenciales aranceles por valor de hasta US$60,000 millones sería mínimo, según Wood Mackenzie, que estimó que ese monto equivaldría a cerca del 2.6% de exportaciones chinas, y 2.5% del total de importaciones de productos estadounidenses.

Además, las nuevas restricciones tendrían un impacto acotado en el crecimiento de China, ya que su economía no depende de las exportaciones y los US$60,000 millones en aranceles que anunció Trump representan alrededor del 0.4% de su PBI. Y en EEUU, es probable que los consumidores paguen más por los productos chinos, aunque el impacto sobre la inflación y el crecimiento estadounidense será mínimo. "Nuestra principal preocupación es la venganza y la escalada [de la guerra comercial]", subrayó el economista jefe de Wood Mackenzie.

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