Al menos cuatro agentes fallecieron este sábado en Barranquilla, la ciudad más poblada del Caribe colombiano, por un atentado terrorista contra una estación de la Policía ubicada en el barrio de San José, al sur de la capital del departamento del Atlántico, una zona residencial de gran concurrencia, rodeada de viviendas, un parque y una cancha de fútbol. 

El ataque, que conmociona a un todo un país cuyas heridas de la violencia narcoterrorista y de la guerra siguen abiertas, dejó heridas a 42 personas, entre ellas 17 policías.

El comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, Mariano Botero Coy, dijo que el artefacto explosivo había sido instalado en días anteriores justo en el lugar donde los uniformados hacen su formación cada mañana. Al parecer, la bomba fue activada de manera remota, con lo que quedaría descartada la versión de que dos hombres en moto lanzaron granadas a la comisaría.

Según el reporta oficial, las víctimas fatales del ataque  son los agentes Freddys Echeverría, Yosimar Márquez Navarro, Freddy de Jesús López Gutiérrez y Anderson René Cano.


De momento, hay un detenido relacionado con los hechos. Se trata de un hombre que fue encontrado con un aparato de comunicaciones por radio y una libreta con información policial, explicó el general Botero Coy

"Con la Fiscalía empezamos a hacer las indagaciones correspondientes. Esperamos que en un corto plazo se den aún mayores resultados que esta captura, que fue gracias a la alerta de los policías que estaban en el lugar de los hechos y observaron a una persona sospechosa. A este sujeto lo detuvieron y le encontraron objetos sospechosos como un radio de comunicaciones y unas anotaciones con información policial".


Una de las hipótesis que maneja la Policía es que el ataque habría sido una maniobra para distraer a las fuerzas del orden, porque a la misma hora se producía el robo a un camión blindado de valores en un almacén de cadena cercano a la comisaría.

Pero el comandante Botero no descarta que se trate de una retaliación de bandas criminales por golpes que esta semana la Policía ha dado contra el narcotráfico en Barraquilla. Uno de ellos ocurrió el jueves de esta semana, cuando fue capturado Habbib Gutiérrez Silvera, alias 'Happy', quien tenía orden de captura vigente y es señalado como uno de los sicarios de los Papalópez, una organización criminal que usa este denominativo inspirado en el patriarca de un clan familiar. Ahora es sinónimo de muerte, terror y todo tipo de actividades delictivas en Barranquilla.

El atentado terrorista ocurre a dos semanas del inicio del famoso carnaval de Barranquilla, uno de los principales eventos del Caribe, y además desató pánico entre sus habitantes, sobre todo en las redes sociales. El jefe de la Policía Metropolitana trató de tranquilizar a la sociedad.  

"La ciudad está blindada a través de su fuerza armada, para que desmintamos y no le sigamos el juego a quienes quieren generar terror (...)  No es cierto de carros bomba, no es cierto de atentados terroristas en más estaciones, en más instalaciones en Barranquilla".

El presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien está en Viena, y el vicepresidente Óscar Naranjo también se pronunciaron sobre el atentado.

[Foto de cabecera: Efe]