Lo esperaban desde las 9 de la mañana de este martes, pero nunca llegó. A los 11 tampoco. Kenji Fujimori no acudió a las dos citaciones del Comité de Disciplina de Fuerza Popular para que haga sus descargos en el proceso interno que se le abrió, el tercero en lo que va del actual periodo legislativo, esta vez por no haber votado en el Pleno del Congreso a favor de la moción de vacancia contra el presidente Pedro Pablo Kuczynski, el 21 de diciembre pasado.

El hermano de Keiko Fujimori prefirió responder por escrito: envió un oficio  al local partidario del Centro de Lima, en el que subraya que la mayoría de sus declaraciones son públicas, porque las hizo a través de redes sociales que —dijo— son "el bastión de la libre expresión ciudadana". 

Por ello —aclaró— no responderá en persona ante el comité disciplinario. Sus razones para abstenerse en la votación de la vacancia presidencial ya son conocidas. No tiene nada más que decir al respecto.

Pero además advirtió que no renunciará a sus "derechos como persona y como parlamentario a debatir en privado o en público lo que considere mejor para mi país, para mi partido o para el ciudadano más humilde". 

Kenji Fujimori también anunció que se someterá la cualquier decisión que tome el comité disciplinario y el pleno de Fuerza Popular, que podría derivar en su expulsión de la bancada y del partido que ayudó a fundar, como él mismo se lo ha recordado a muchos de sus correligionarios que le piden que se vaya si no está de acuerdo con el liderazgo de su hermana Keiko.   

El menor de los Fujimori es procesado junto con otros nueve fujimoristas que no apoyaron la vacancia de PPK, la facción conocida como 'albertista', que cuestiona la forma en que Keiko y su cúpula —conocida popularmente como la 'Mototaxi'— dirigen la bancada y toman las decisiones en Fuerza Popular. Esta abstención fue determinante para que, al menor por ahora, Kuczynski sigue en Palacio. Tres días después de haberse salvado de la destitución, el presidente indultó a Alerto Fujimori, lo que abonó a la tesis de que hubo un acuerdo o pacto bajo la mesa.

Los desencuentros entre Kenji y Keiko giran en torno a la forma en que se debía lograr la excarcelación de su padre: el primero lo quería conseguir a como dé lugar, y su hermana pretendía insistir en la vía judicial, lo cual fue interpretado por varios observadores y comentaristas como una señal de que, en realidad, la excandidata no quería libre a Alberto Fujimori, porque fuera de la Diroes, el autócrata podría terminar de mellar su liderazgo en Fuerza Popular y liquidar sus pretensiones electorales en el 2021. Lo que logró en la votación del 21 de diciembre pasado es una muestra del poder e influencia que aún tiene en el fujimorismo. Y el que más ganó con todo este desaguisado fue Kenji.

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