Los fantasmas del escándalo de los MIG-29 en la dictadura fujimorista vuelven, esta vez de la mano de Fuerza Popular, con cuyos decisivos votos, el Congreso aprobó un convenio técnico-militar con el régimen bielorruso encabezado por Aleksandr Lukashenko, el mismo que en 1996 estafó al Perú con un lote de 18 aeronaves de guerra inservibles por 252 millones de dólares, operación por la que incluso se pagaron sobornos.
Este fue quizá el caso de corrupción más grave de la dictadura de los 90, por el que el Congreso, el 28 de mayo del 2003, acusó por unanimidad a Fujimori —ahora en prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción— de traición a la patria, luego de revelarse la adquisición fraudulenta de 36 aviones de guerra MIG-29 y Sukhoi-25 a Bielorrusia por un monto total 402 millones de dólares.
Pero 20 años después, ese mismo Parlamento, ahora controlado por las huestes del fujimorismo, no tuvo remilgos en avalar un convenio con el país que sigue al mando del "último dictador de Europa", como se le conoce a Lukashenko.
Según informa La República, la votación se produjo el 13 de septiembre último, en una sesión que contó con el voto a favor de los 48 congresistas fujimoristas que estaban presentes en el hemiciclo, además de 11 de Peruanos Por el Kambio, siete del Frente Amplio, cuatro de Alianza Para el Progreso, cuatro de Acción Popular, tres del Apra y nueve de los No agrupados.
Incluso, el caso de los MIG-29, por el que solo el exsocio de Fujimori, Vladimiro Montesinos, recibió US$30 millones en coimas, de acuerdo a su excolaborador Alberto Venero, sigue sin sentencia hasta fecha. De hecho, Moshe Rothschild y Enrique Benavides Morales, traficantes de armas, están prófugos de la justicia peruana. El proceso por uno de los mayores latrocinios al Estado peruano está en la Cuarta Sala Penal Especial.
Informes técnicos de la Fuerza Aérea peruana de la época concluyeron que esos aviones comprados por el régimen de Fujimori a Bielorrusia, supuestamente para defendernos de Ecuador, no cumplían con las especificaciones exigidas por el instituto castrense. No servían más que para los "desfiles militares", como bien lo dijo en su momento The New York Times, sin ocultar el tono de burla.
Pero para el actual Congreso peruano, Bielorrusia, que no cuenta con una industria militar certificada, al tener básicamente una tecnología obsoleta heredada de la desaparecida Unión Soviética, sí está en la capacidad de proveer al Perú, gracias al citado convenio, "producción, modernización, entrenamiento, empleo, reparación, compraventa, suministro y transferencia de material y armamento aéreo; para la defensa antiaérea; para el Ejército; para la Marina; así como de sistemas de comando, control, comunicaciones y guerra electrónica".
Todo consumado
El 30 de septiembre, el presidente Pedro Pablo Kuczynski suscribió la resolución legislativa que aprobó el convenio, informó La República. Pero ya en la gestión de Ollanta Humala, la Cancillería, el Ministerio de Defensa y los institutos militares había dado su visto bueno. Así, solo faltaba que el Congreso lo refrendara para que entre en vigencia, lo que acaba de ocurrir.
No se tomó en cuenta que el juicio por la compra fraudulenta a Biolorrusia en 1996 sigue vigente. De hecho, la procuradora adjunta anticorrupción, Gisela Salas, refirió que la Corte Suprema rechazó hace poco un intento de archivarlo por prescripción. Así, la etapa oral del proceso arrancará dentro de poco. En este caso, Montesinos se declaró culpable y confirmó que hubo corrupción."Es preocupante que se firme un convenio con un país que vende (equipos) con costos sobrevalorados", subrayó la abogada del Estado.