El presidente de EEUU, Donald Trump, amplió el veto migratorio luego de que su última y polémica orden expirara. Y esta vez, la medida tiene carácter indefinido e incluye a tres nuevos países —Chad, Corea de Norte y Venezuela—, aunque el trato de los ocho países afectados es diferenciado.
Por ejemplo, en el caso venezolano, la prohibición de ingreso a EEUU recaerá en cargos gubernamentales del chavismo y sus familias, mientras que al resto de los venezolanos se les someterá a un mayor control migratorio.
Las personas más afectadas con la medida serán los ciudadanos de Irán, Libia, Siria, Yemen, Somalia, Chad y Corea del Norte. "Hacer América más segura es mi prioridad número uno. No admitiremos el ingreso de aquellos que no podamos escrutar con certidumbre", subrayó Trump.
Este nuevo veto regirá desde el próximo 18 de octubre y, a diferencia de la anterior, que solo tenía una duración de 90 días, la nueva medida carece de plazo y la lista será revisada cada 100 días y el levantamiento del veto de algún país incluido en esta dependerá de la mejora en los "problemas detectados", según la Casa Blanca.
La Administración Trump precisó que en esta nueva medida ha utilizado un triple criterio: i) el riesgo que entrañan para la seguridad nacional estadounidense; ii) la fiabilidad de los pasaportes y documentos de identidad, así como la fluidez en el intercambio de información sobre sospechas terroristas; iii) y los antecedentes criminales.
Pero ahora, cada país vetado será tratado de forma diferenciada, como se explica en el caso de Venezuela, en el que el veto se basa en la falta de cooperación del gobierno chavista para identificar riesgos para la seguridad nacional de EEUU, se lee en la orden ejecutiva:
"Esto no impide, sin embargo, que se pueda verificar por fuentes alternativas la ciudadanía e identidad de los venezolanos. Por tanto, las restricciones impuestas en esta proclamación se centran en los cargos del Gobierno de Venezuela responsables de los fallos detectados".
En el caso de Corea del Norte, Washington es más radical, porque considera que no cumple ninguno de los criterios descritos y, por lo tanto, el veto es total, ya sean inmigrantes o no. Parecida es la situación de Irán, aunque se mantienen en pie los programas de intercambio de estudios. A somalíes se les impide emigrar, pero se les autoriza la visita bajo fuerte controles.
Según expertos y analistas, este último texto del veto revela más filtros internos y mayor elaboración, para evitar que la orden sea rechazada y paralizada por jueces, como ocurrió con el primer veto migratorio de Trump, que desató además una ola de protestas en todo el país y generó el rechazo de la comunidad internacional.
Por ejemplo, funcionarios de la Casa Blanca que ha participado en la elaboración de este nueva medida, citados por medios locales, sostienen que con la entrada de Venezuela y Corea del Norte a la lista de países bajo restricción pierde fuerza la acusación de islamofobia. Sea como fuere, la justicia estadounidense tendrá que debatir y dirimir en los próximos días estos argumentos para emitir un veredicto sobre la medida.
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