La tragedia en México por el terremoto de 7.1 grados que ha devastado el centro y sur del país azteca vuelve a poner sobre la mesa las consecuencias que un evento de este tipo tendría en Perú, así como las medidas de prevención y atención que deberían darse ante una emergencia. 

En concreto, lo que preocupa ahora a las expertos del Instituto Geofísico del Perú (IGP) es el llamado silencio sísmico que se viene acumulando la costa central del país, que podría generar un sismo de entre 8,5 y 8,8 de magnitud que provocaría unas 51 mil víctimas mortales solo en la capital, además de 686 mil heridos, 200 mil viviendas colapsadas y 348 mil altamente afectadas, de acuerdo a un estudio del Indeci.

En la costa central se ubican las placas de Nasca y Sudamericana, donde no se registran movimientos fuertes desde el terremoto de 1746, por lo que la energía acumulada podría liberarse abruptamente, alertan los expertos del IGP, según El Comercio.

Ante este situación, la urbe más vulnerable sería Lima, donde cinco de sus distritos tiene un mayor riesgo sísmico por su tipo de suelo. Y así lo señala un estudio del 2011 del Centro Peruano-Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (Cismid) de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).

De acuerdo con el Cismid, en el sur de Lima, los distritos más vulnerable son Villa el Salvador y San Juan de Miraflores, porque tiene suelos blandos y arenosos, lo que tiende a amplificar un movimiento sísmico.  En el norte de la capital, el mayor riesgo está en Comas, Carabayllo y San Juan de Lurigancho, porque gran parte de su población vive en las laderas de los cerros que que tienen material rocoso de fácil desprendimiento en caso de un sismo potente.

Las casas ubicadas en las faldas de los cerros  en la zona norte de lima son un potencia riesgo. (Predes)

En el caso de los hospitales, la situación también es crítica, porque cuatro de los más importantes de la ciudad, como Arzobispo Loayza, Guillermo Almenara, Edgardo Rebagliati y el Dos de Mayo, se ubican en un área de solo 13 kilómetros cuadrados. Todos se construyeron antes de 1970, año en que se incorporara la primera norma de diseño sismorresistente en el Perú.

Además, un terremoto superior a los 8 grados, provocaría un tsunami que podría inundar terrenos hasta un kilómetro dentro de la línea costera, y el aeropuerto internacional Jorge Chávez, el principal del país, está a solo 1,7 kilómetros del mar.

El estudio en mención ya está en manos de las autoridades competentes y se entregó también a las municipalidades aludidas, para que pongan en marcha sus respectivos planes de prevención.

Sistema de alerta

Por lo pronto, el director del IGP, Hernando Tavera, informó que en tres meses comenzarán las pruebas para implementar un sistema de alerta temprana de sismos en el Perú, con el que se podrá avisar a las ciudades sobre la llegada de una onda sísmica, como el que tiene México.

El funcionario explicó que, con este sistema, si se registra un sismo de gran magnitud en la costa, se podría avisar con algunos segundos de anticipación a las ciudades del interior del país.  "Con un sistema de alerta se tendría un tiempo de reacción. Si se produce en Lima, se le avisa a Ica con 10 segundos, para Moquegua se tendría 50 segundos, al Valle del Mantaro 20 segundos. Cuanto más lejos, se tiene un mayor tiempo de alarma", indicó Tavera, quien no obstante precisó que el sistema no funcionaría para lugares cercanos al movimiento sísmico. 

Esto último fue lo que pasó este martes en Ciudad de México, donde las alarmas se activaron justo en el momento del sismo, no antes, debido a que en este caso, la mayor parte de sensores están ubicados en zonas costeras, no en el interior del país. Y el epicentro del terremoto estuvo en Morelos, en pleno centro de México y a solo 100 kilómetros de distancia de la capital mexicana.

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