Todo extremismo es malo y peligroso, como se volvió a demostrar este sábado en Charlottesville, Virginia, donde un grupo de supremacistas blancos de ultraderecha chocaron con grupos de izquierda de una forma tan violenta que el gobernador del estado tuvo que declarar el estado de excepción.
El saldo de estos enfrentamientos, hasta el momento, es de un muerto, varios heridos y un número sin determinar de arrestados, según reportaron medios locales, en lo que ha sido la mayor marcha de supremacistas blancos de los últimos años en EEUU, según el Southern Poverty Law Center, grupo que investiga a los que fomentan la violencia racial.
Durante los disturbios, un auto arrolló a un multitud. El alcalde de la ciudad, Mike Singer, confirmó en su cuenta de Twitter que una persona falleció en el incidente, y al menos una decena de peatones sufrieron lesiones, algunas graves. El conductor del vehículo fue detenido.
La alcaldía de Charlottesville, ciudad al sur de Virginia, de 45 mil habitantes, había declarado ilegal la manifestación antes de su inicio. La marcha fue convocada bajo el lema "Unir a la derecha" por miembros de la ultraderecha racista americana. El lugar de concentración fue el Parque de la Emancipación, para protestar por el plan que busca retirar del lugar una estatua en homenaje a Robert E. Lee (1807-1870), un general del Ejército Confederado, considerado un símbolo del poder blanco del Sur que luchó contra los Estados del Norte —sin éxito— por mantener el sistema de esclavitud de los negros durante la Guerra Civil.
En tanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, se pronunció al respecto y condenó "todo lo que representa el odio" Una hora antes que el magnate lo hiciera, su esposa y primera dama, Melania Trump, se pronunció también en Twitter: "En nuestro país se promueve la libertad de expresión, pero comuniquémonos sin odio en nuestros corazones. Nada bueno sale de la violencia. #Charlottesville".
Tras declarar la emergencia en el todo el estado, se desplegó un fuerte contingente de cuerpos antidisturbios en las zonas donde se registraron los choques con los grupos de contramanifestantes, entre los que destacaba la agrupación antirracista Black Lives Matter (Las vidas negras importan).