El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está a puertas de cumplir una de sus peores promesas electorales: abandonar el Acuerdo de París e ir contra todos los esfuerzos internacionales para combatir el cambio climático. Sin embargo, las consecuencias de esta decisión tanto para EEUU como para el mundo serían que la tierra podría calentarse 0.3 grados centígrados más a finales de siglo. 

El Acuerdo de París sobre el Cambio Climático fue impulsado y ratificado por el expresidente estadounidense Barack Obama a finales del 2015. Considerado como uno de los mayores logros en esta materia, consiste en la reducción de emisión de gases contaminantes de efecto invernadero a la atmósfera (CO2, en especial).

El clave del acuerdo firmando por casi 200 países, entre ellos EEUU y China (los dos mayores contaminantes del mundo), radica en que no impone una legislación a cada uno de los países que después deba ser ratificada por sus parlamentos.

Las naciones que participan en el pacto simplemente deben anunciar qué porcentaje de emisiones se comprometen a reducir y en qué plazo, así como participar en las negociaciones posteriores en 2018 y después cada cinco años.

En este sentido, EEUU se comprometió a reducir sus emisiones contaminantes de entre un 26% y 28% para 2025 con respecto a los niveles de 2005. Para ello, Obama aplicó una serie de medidas que restringían la emisión de estos gases a empresas dentro de los EEUU. Esta es la razón principal en la que los republicanos se basan para ir contra el acuerdo señalando que perjudica la economía estadounidense. No obstante, expertos sostienen que al cancelar las políticas energéticas de Obama, EEUU solo reduciría un 14% de sus gases de efecto invernadero, de acuerdo a las estimaciones de la consultora Rhodium Group.

El presidente Trump, quien ya ha tomado medidas para desbaratar la política de su antecesor en la lucha contra el cambio climático, había prometido en  campaña electoral que si ganaba, retiraría a EEUU del tratado. El proceso, sin embargo, no es rápido ni automático. El pacto de París estableció que los países firmantes no podrían abandonarlo durante los primeros tres años y, una vez decidido, no sería efectivo hasta un año después (hasta el 2020).

Entre las medidas tomadas por el mandatario republicano están la eliminación de los planes energéticos que prohibían nuevas explotaciones de energías fósiles y ha dado vía libre a las extracciones en zonas costeras que Obama había protegido.

Con la decisión de Trump, una estimación de varios expertos consultados por la Associated Press apunta a que cada año podría haber hasta 3.000 millones de toneladas más de dióxido de carbono en la atmósfera. Incluso si todos los países del Acuerdo de París cumplen su compromiso excepto EE UU, la tierra podría calentarse 0.3 grados centígrados más para finales de siglo. Cabe señalar que el objetivo es que no alcance los 2 grados para entonces y ya hemos superado más de 1,1 grado centígrado. 

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