La irlandesa Marie Collins formaba parte del grupo de expertos creado por el papa Francisco para luchar contra la pedofilia, hasta que se topó con la falta de colaboración al interior del Vaticano. Ante ello, la víctima de pedofilia de XX años decidió renunciar, informó la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores.
Esta mujer laica, que se casó y tuvo hijos, fue agredida sexualmente a los 13 años por un capellán de hospital y ha protagonizado una campaña por la protección de los niños víctimas de agresiones por parte de miembros del clero, escándalo que fue especialmente grave en Irlanda y resultó devastador para Iglesia.
Su renuncia se suma a la del inglés Peter Saunders, también ex víctima, quien se retiró el febrero del 2016 luego de señalar que se sentía traicionado por el papa Francisco y por una Iglesia que "no hace nada"ante la pedofilia.
En el comunicado de este miércoles, Collins denunció "la resistencia de algunos miembros de la Curia romana", la maquinaria central del Vaticano, para trabajar con la comisión.
"Han sido tres años difíciles, pero siempre tuve la esperanza de que podíamos introducir el cambio. Todos los miembros de la comisión son muy buena gente, especialmente el cardenal Sean O'Malley, y el papa Francisco, quienes han apoyado todas nuestras recomendaciones", apuntó Collins.
Los problemas no sólo eran la falta de colaboración por parte de algunos miembros de la iglesia sino también el poco financiamiento con el que se trabajaba. Tenían problemas hasta para contratar personal necesario.
Ya con varios medios criticándolo por percibir la pedofilia como "una enfermedad", la salida de Collins representa un gran golpe para el papa Francisco en sus supuestas las intenciones de luchar contra uno de los males que corroe y desprestigia a la institución católica.
La comisión contra la pedofilia fue creada a pedido del papa en 2014, está formada por laicos y religiosos, y tiene el encargo oficial de proponer al pontífice "iniciativas oportunas" para combatir ese fenómeno dentro de la institución.
NOTAS RELACIONADAS:
La conveniente misericordia del papa Francisco con los pederastas