En Colombia aún se respira un ambiente político polarizado e incierto, luego de que los colombianos rechazaran el domingo pasado los acuerdos de paz con las FARC, pero eso no fue óbice para que Juan Carlos Vélez, el gerente de la campaña del 'No', se fuera de boca. El exalcalde de Medellín y colaborador de Álvaro Uribe terminó admitiendo, sin querer o queriendo, lo que era evidente para no pocos: la estrategia del miedo y manipulación de los electores que utilizaron para sus fines políticos en el plebiscito.

"El No ha sido la campaña más barata y más efectiva de la historia", dijo Vélez en un tono triunfalista y provocador, en una entrevista que le dio al diario La República de Colombia, que se volvió tendencia en redes sociales, y acaparó los comentarios bajo el hashtag #UribismoMintioParaGanar.

La derrota en las urnas del plebiscito para refrendar los acuerdos con las FARC fue tan inesperada, incluso para el uribismo, que Vélez no pudo evitar inflar el pecho y revelar detalles de la estrategia y su 'infidencia' causó el malestar hasta del propio Álvaro Uribe, su jefe político, porque puede complicar sus planes para estar en el centro de los reflectores en esta nueva etapa del proceso de paz, en la que se quiere renegociar lo pactado en La Habana, lo cual es jurídicamente viable, pero políticamente muy complicado. 

Ese 'tuit' del senador y expresidente Uribe, aunque no lo mencionó, fue un mensaje directo para Vélez, quien en la entrevista admitió que la campaña del 'No' se basó en "la indignación" o, dicho de otra forma, en explotar el repudio y la desconfianza que los colombianos sienten respecto a las FARC, que sembraron un régimen de terror, muerte y destrucción durante más de cinco décadas en el país. "Estábamos buscando que la gente saliera a votar verraca", dijo.

Vélez, de paso, le daba la razón a todos los que advertían que a Álvaro Uribe no le interesaba la verdad, que su intención era sembrar miedo y tergiversar el alcance de los acuerdos de paz, cuando decía -falazmente- que el triunfo del Sí significaría "entregar el país a las FARC" y convertir Colombia al modelo "castrochavista" de Venezuela.

"Unos estrategas de Panamá y Brasil nos dijeron que la estrategia era dejar de explicar los acuerdos para centrar el mensaje en la indignación. En emisoras de estratos medios y altos nos basamos en la no impunidad, la elegibilidad y la reforma tributaria, mientras en las emisoras de estratos bajos nos enfocamos en subsidios. En cuanto al segmento en cada región utilizamos sus respectivos acentos. En la Costa individualizamos el mensaje de que nos íbamos a convertir en Venezuela. Y aquí el No ganó sin pagar un peso. En ocho municipios del Cauca pasamos propaganda por radio la noche del sábado centrada en víctimas".

Otros voceros del uribisno salieron a desmentir a Vélez y negaron la asesoría de cualquier extranjero en la campaña del No. En medio de la controversia, Vélez tuvo que salir y habló con Blu Radio, donde dijo que que lo sacaron de contexto y que la supuesta 'asesoría' se limitó a un cruce de mensajes por Whatsapp.

REDES Y MENTIRAS

El gerente del No también contó que se sorprendieron con el poder y el impacto que tienen las redes sociales, donde la mentira se suele refundar con la verdad con cierta facilidad.

"Por ejemplo, en una visita a Apartadó, Antioquia, un concejal me pasó una imagen de Santos y ‘Timochenko’ con un mensaje de por qué se le iba a dar dinero a los guerrilleros si el país estaba en la olla. Yo la publiqué en mi Facebook y al sábado pasado tenía 130.000 compartidos con un alcance de seis millones de personas".

Vélez tampoco se guardó la información de qué empresas y grupos de poder fueron las que más aportaron a la campaña de No, y lo soltó: en total -dijo- se logró recaudar 1.300 millones de pesos de 30 personas naturales y 30 empresas, entre las que destacan la organización Ardila Lülle, el Grupo Bolívar, el Grupo Uribe, la corporación Colombiana de Comercio (propietarios de los almacenes Alkosto) y Codiscos.

Incluso reveló que los miembros de la junta de la Asociación de Industriales de Colombia (Andi), el mayor gremio empresarial del país, "decían que iban a votar por el Sí pero realmente muchos iban por el No".  

Estas 'revelaciones' provocaron que, en las redes sociales, muchos colombianos partidarios del Sí comenzaran a organizar campañas para boicotear los productos de las empresas que financiaron el No, lo que obligó además a que estas firmas hayan salido a explicar que aportaron a ambas campañas en la refrendación.

(Foto de cabecera: Semana)

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