El presidente Barack Obama firmó la ley para el plan de ayuda a Puerto Rico, que es un Estado libre asociado a EEUU, con lo cual la isla podrá reestructurar una deuda pública de unos 70.000 millones de dólares que no puede pagar. 

"El pueblo de Puerto Rico tiene que saber que no los olvidamos, son parte de la familia estadounidense", dijo el mandatario al suscribir la ley en el Despacho Oval. "Como consecuencia de su incapacidad de reestructurar la deuda, hemos visto hospitales incapaces de operar, ambulancias sin operar, servicios básicos que se suspendían y trabajadores del Gobierno sin pago. Ha generado enormes dificultades para el pueblo de Puerto Rico", agregó

El paquete de medidas, denominado PROMESA y aprobado esta semana por el Senado estadounidense, incluye una junta fiscal bipartita para controlar las cuentas públicas de Puerto Rico, pero no impedirá que este viernes se produzca un nuevo impago de 1.900 millones de dólares.

Esa junta de supervisión fiscal tendrá amplios poderes sobre Puerto Rico, porque le podrá obligar a despedir funcionarios, vender activos públicos o incluso derogar leyes, como la del salario mínimo, si se considera que se están incumpliendo las condiciones del plan de ayuda.

"Ahora los puertorriqueños vamos a poder reestructurar nuestra deuda, de manera que nuestros hijos y nietos paguen menos", dijo hoy el gobernador de la isla, Alejandro García Padilla.

Explicó que el plan de ayuda le da un marco legal para que durante unos meses los bonistas no puedan demandar a Puerto Rico, y el Gobierno tenga así margen para tratar de renegociar el 100 % de su deuda, que asciende a 70.000 millones de dólares.

La luz verde al proyecto legislativo en el Senado de EEUU se dio luego de una larga negociación entre demócratas y republicanos. Estos no querían que el paquete de medidas implicara dinero público.

Finalmente lo que se aprobó fue algo equivalente a la ley de quiebras a la que se pudo acoger la ciudad de Detroit en 2013, cuando suspendió pagos, renegoció sus pasivos, y salió de esa bancarrota un año después.

El primer impago de Puerto Rico ocurrió en agosto del año pasado, después de una década de crisis. Las arcas públicas no daban más y la isla no era capaces de asumir un volumen de deudas que equivale a más de 100 % de su producto bruto interno (PBI).

OPOSICIÓN Y PROTESTAS

Los opositores al plan de ayuda de EEUU en Puerto Rico sostienen que supone la pérdida de autonomía de la isla. De hecho, la imposición de la junta fiscal generó una crisis política, porque es vista como un gesto colonial contrario al presupuesto de autogobierno incluido en el estatus de Estado Libre Asociado cuando este se diseñó hace ya 16 décadas.

Cientos de opositores al plan se manifestaron en diferentes actos organizados por distintos puntos de San Juan.

Para la influyente Asociación de Industriales, PROMESA está dirigida a "usurpar los poderes del Gobierno de Puerto Rico", mientras que para el Proyecto María, que ofrece servicios a víctimas de la violencia de género, "pone en juego el bienestar del país completo, pero para las mujeres representa además una golpe para sus procesos de avance económico y social".

"El salario mínimo para jefas de familia menores de 25 años, falta de accesibilidad a escuelas públicas para sus hijos, menos fondos para programas de cuido infantil, reducción de los ya pobres servicios de transporte público y el colapso ya predicho del sistema de salud, son solo algunas de las consecuencias nefastas que sufrirán las mujeres de la isla", aseguró esta organización.

Lee también:

El dilema de Puerto Rico: ¿pagar a su gente o a sus acreedores?