Tuvieron que pasar varias generaciones de aficionados al fútbol en nuestro país para poder ver a nuestra Selección vencer a la de Brasil. Luego de 41 años, Perú derrotó a la pentacampeona del mundo por uno a cero, gracias a una anotación no exenta de polémica de Raúl Ruidíaz.

El triunfo se hace más valioso porque, además de clasificar a nuestro equipo a los cuartos de Final de la Copa América Centenario, deja afuera a Brasil en la primera fase de la misma competencia.

PARECÍA IMPOSIBLE

Luego de la victoria de Ecuador por 4-0 sobre Haití, a Perú solo le quedaba vencer a Brasil. Si el partido quedaba empatado, se hubiera producido un triple empate en cinco puntos entre brasileños, ecuatorianos y peruanos, y estos últimos quedaban eliminados por diferencia de goles.

Pero la fortuna estuvo del lado de los nuestros. La mayor prueba de ello fue que, durante el primer tiempo, el mediocampo peruano fue una puerta abierta para los brasileños, que pasaban fácilmente y produjeron varias ocasiones de gol, contenidas por el golero Pedro Gallese, y en algunas ocasiones por Alberto Rodríguez y Christian Ramos, que estuvieron impecables en la dupla defensiva.

La primera polémica, sin embargo, fue en contra de los nuestros. A poco del final del primer tiempo, Edison "Orejas" Flores se internó en el área brasileña, en una de las pocas jugadas de ataque de nuestra Selección, y fue derribado. Sin embargo, el penal no fue cobrado por el árbitro Andrés Cunha. Hasta el popular "Mister Chip" del Twitter se lo hizo notar.

OTRO CHIP

En el segundo tiempo, la actitud de la "blanca y roja" cambió, dejando la pasividad para pasar al ataque. Vílchez creció en el mediocampo y comenzó a juntarse con Cueva y Guerrero, y la balanza se equilibró.

A los 30 de la segunda etapa, el recién ingresado Andy Polo se fue por derecha y desbordó a su marcador, para luego ejecutar un centro hacia Ruidíaz, quien anotó en la valla brasileña.

Pese a que el árbitro cobró el gol, el juez de línea no lo validó al considerar que hubo mano intencional de Ruidíaz. Luego de tres minutos de deliberación, la anotación fue convalidada por el principal.

A partir de ese momento, Brasil salió como un león herido por el empate, aunque sin la claridad del primer tiempo. Desordenado y sin ideas, sus ataques fueron controlados por Rodríguez y Ramos, ya crecidos en la defensa. Perú tuvo algunas opciones para generar contragolpes y conseguir un segundo gol, pero no se concretaron.

Los seis minutos de descuento que dio el árbitro fueron de angustia en todo el territorio nacional. El pitazo final fue acompañado por una sonrisa de oreja a oreja de Ricardo Gareca, quien podrá salvarse, por algunos días, de las críticas en su contra.

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