Dilma Rousseff vive una situación incierta. Y es que frente al próximo juicio político que intentará sacarla del poder antes de cumplir su mandato, la Cámara de Diputados ha sufrido una fragmentación importante con nada menos que 25 bloques distintos. Dentro de cada coalición hay pocos legisladores, lo que significará que, sea cual sea el resultado del proceso, la gobernabilidad se verá dificultada.
Sin embargo, esta segmentación no es el único problema que preocupa a la mandataria: El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la agrupación política más grande de Brasil, le ha dado la espalda.
Contar con el apoyo de del PMDB constituyó la clave de la gobernabilidad de todos los presidentes del Brasil desde el retorno de la democracia en el país y es que el partido tiene un gran número de gobernadores y es la agrupación con más legisladores en el Congreso.
De los 25 bloques de la Cámara baja, son solo tres los más numerosos: PMDB (69), el oficialista PT (58) y el PP (49), entre los tres llegan a un poco más del tercio total.
Cabe indicar que la destitución solo será habilitada si dos tercios de la Cámara (342 de 513 diputados) la aprueba. De ser así, deberá ser ratificada por la mayoría simple en un Senado de 81 escaños.
En ese sentido, es importante tener en cuenta que el gobierno tiene asegurados hasta el momento 97 votos, lo que significa que necesitará de otros 172 para frenar el juicio político contra Rousseff.
Por su parte, la oposición cuenta 111 sufragios para destituir a la mandataria, pero necesitará de 231 más.
En el caso de que ganara el pedido de destitución, Rousseff sería apartada automáticamente de su cargo por un plazo máximo de 180 días. Y su remoción definitiva ocurriría solo si el Senado la votase al cabo de todo el proceso, esta vez por mayoría de dos tercios (54 senadores), después de lo cual no podría ser elegida durante 8 años.
Al momento, la presidenta ya está pensando qué hacer con los siete ministerios que controla el PMDB, mientras que el PT, convencido de que dejará el cargo, ya analiza cómo distribuir los cargos entre sus aliados.
(Con información de infobae.com)
(Foto de cabecera: EFE)
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