No hay duda que esta elección es la más adversa para Alan García. El candidato de Alianza Popular -según diversas encuestas- se encuentra estancado en el quinto lugar de las preferencias electorales.  

El último sondeo de Datum le otorga un 4% de intención de voto, 2 puntos porcentuales menos que la medición del mes pasado. En realidad, el líder aprista ha tenido un paulatino descenso desde octubre del año pasado cuando tenía 8%.

No obstante, el principal problema del líder aprista es el rechazo que genera en un sector importante de los electores. Un 40% de ellos -de acuerdo con el sondeo referido- no votaría nunca por él. Esta cifra apenas difiere en un punto porcentual del mes anterior. En realidad, si revisamos el comportamiento de su antivoto (desde el mes de setiembre) podemos observar que este, prácticamente, se ha mantenido estable. 

Este rechazo también ha sido registrado en otro sondeos. Recordemos que la última medición de preferencias electorales de GFK arrojó que un 80% de los peruanos definitivamente no votaría por el expresidente. 

LA ALIANZA NO LEVANTA

A pesar de ser lanzada como una alternativa a la 'improvisación de otras candidaturas', la Alianza Popular -plataforma que une al Apra, al Partido Popular Cristiano (PPC) y  a Vamos Perú- no ha tenido el efecto deseado en la población. Ni siquiera la presencia de Lourdes Flores Nano (candidata a la primera vicepresidencia) ha podido restarle 'anticuerpos' al líder aprista. A ello, sumémosle la sensación de que esta unión política se ha generado por conveniencia (para superar la valla electoral).

Incluso, al interior del socialcristianismo, figuras relevantes como Alberto Beingola y Marisol Pérez Tello hicieron públicas sus discrepancias sobre el pacto con el Apra.

[Lee una crónica sobre el matrimonio político entre el Apra y el PPC aquí]

No olvidemos tampoco el desgaste de García, quien ya ha ocupado la primera magistratura del país dos veces. Si bien es cierto que en su segunda gestión no se cometieron los errores de la primera, el candidato presidencial no tuvo una política efectiva contra la inseguridad ciudadana. Al contrario, se llevó a cabo conmutaron las penas a miles de condenados, incluidos a sentenciados por tráfico ilícito de drogas (el caso Narcoindultos).

Este panorama adverso, no obstante, es ignorado dentro de las filas de la Alianza Popular. Así Omar Quesada, secretario general del Apra, señaló hace unos días que en sus propias encuestas en las cuales García obtiene 15%. A su vez, el propio exmandatario ha señalado, más de una vez, que no cree en los sondeos de opinión ¿Convicción o negación de la realidad?

[Foto de portada: Andina]

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